El devastador terremoto que azotó Myanmar el 28 de marzo de 2025 ha dejado una trágica estela de destrucción y dolor. Según la junta militar, la cifra de muertos asciende a 2.886, mientras que más de 4.600 personas han resultado heridas. Las labores de rescate continúan en un intento por encontrar supervivientes, aunque las posibilidades son cada vez más escasas debido a la magnitud de los daños.
Con una magnitud de 7,7 en la escala de Richter, el sismo ha sido catalogado como el más fuerte en décadas. El terremoto colapsó más de 2.600 edificios, incluidos hogares, iglesias, escuelas y templos, dejando una gran parte del país en ruinas.
En la capital, Naipyidó, más de 10.000 edificaciones han sido destruidas o presentan graves daños. Esta tragedia no solo ha afectado la infraestructura, sino que también ha causado un gran sufrimiento humano; con la población luchando por sobrevivir en condiciones extremas.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha expresado su preocupación; ya que el desastre afectó a más de 8,5 millones de personas. Sin embargo, la guerra civil interna dificultó la entrega de recursos a las zonas más necesitadas, lo que hizo que la ayuda humanitaria fuera insuficiente.
Millones de personas afectadas por el terremoto en Myanmar
A nivel internacional, alrededor de 1.485 rescatistas de 15 países han llegado a la región para apoyar las tareas de rescate. Equipos provenientes de China, India, Rusia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Malasia, Emiratos Árabes Unidos, Laos, Bielorrusia, Turquía, Bután, Filipinas, Bangladés e Indonesia.
Además, los equipos trabajan arduamente para remover escombros y entregar medicinas y suministros a las víctimas, aunque las condiciones de infraestructura siguen complicando los traslados.
El impacto del terremoto también se ha sentido en Tailandia, donde la caída de un edificio de 30 plantas en Bangkok ha dejado al menos 22 muertos, y las labores de rescate continúan en búsqueda de más víctimas. Las autoridades de Myanmar estiman que el número de fallecidos podría superar los 3.000; lo que refleja la magnitud de esta catástrofe que ha afectado a millones en la región.
