Esta semana, Netflix recibió a Bogotá: Tierra de Últimas Oportunidades, una película coreana que se aleja de los estereotipos del cine latinoamericano y pone en el foco a Colombia de una manera única.
Dirigida por Kim Sung Je, la película narra la historia de un joven coreano que, en busca de una vida mejor, se adentra en el mercado negro de Bogotá durante la década de los 90, arriesgando todo por salir adelante.
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Una de las características que ha destacado a este filme es su enfoque original, alejándose del tradicional tema del narcotráfico, un cliché que a menudo acompaña a las producciones que abordan la situación de Colombia.
En palabras del actor Lee Hee Joon, quien forma parte del elenco, “me pareció única porque la historia no trata de drogas o armas, sino de contrabando y venta de ropa interior en Bogotá”; según recoge El Colombiano. Esta nueva mirada ha sido bien recibida por los espectadores.

La historia coreana de Bogotá
El filme no solo destaca por su historia, sino también por ser una coproducción poco común entre Colombia y Corea del Sur. Se trata de la primera película coreana que se benefició de la Ley 1556, que otorga incentivos económicos a producciones extranjeras en Colombia.
Además, el rodaje tuvo lugar en varias locaciones colombianas, como Bogotá, Cartagena y Choachí, antes de mudarse a Corea del Sur debido a las restricciones por la pandemia.
A pesar de no haber logrado un gran éxito en los cines de Corea, con 400,000 espectadores en su estreno, la película ha encontrado su revancha en la plataforma de streaming; donde se ha convertido en un furor, demostrando que las segundas oportunidades en el cine digital pueden ser un éxito rotundo.