¿Bernies o Barnies? El episodio de Black Mirror que nos troleó a todos

Foto: Episodio Bete Noire de Black Mirror
Foto: Episodio Bete Noire de Black Mirror

Black Mirror es una de esas series que no solo se ven, se debaten. Con cada temporada, Charlie Brooker encuentra nuevas formas de incomodar, sorprender y hacer pensar al espectador sobre los riesgos del avance tecnológico.

Pero en su séptima temporada, estrenada el pasado 10 de abril, la serie dio un paso más allá y no solo planteó preguntas dentro de la historia… también lo hizo fuera de la pantalla.

El segundo episodio, titulado Bête Noire, ha generado un inusual nivel de confusión entre los fans. La trama gira en torno a María, una investigadora en una empresa de chocolates que empieza a sentirse perturbada tras reencontrarse con una antigua compañera de colegio. A medida que la relación entre ambas se desarrolla, la protagonista comienza a dudar de sus recuerdos, y por momentos, de lo que es real.

En una escena aparentemente menor, varios personajes discuten sobre el nombre de una cadena de pollo frito popular en su infancia. Algunos afirman que se llamaba “Bernies”, mientras que otros, incluida María, están convencidos de que era “Barnies”.

El juego mental de Black Mirror

Todo parecería una simple discrepancia de memoria… hasta que los espectadores comenzaron a darse cuenta de algo extraño: no todos estaban viendo la misma versión del episodio.

Usuarios en redes sociales empezaron a comparar sus recuerdos y descubrieron que había dos versiones distintas del capítulo circulando en Netflix. En una, el restaurante se llama “Bernies”; en la otra, “Barnies”.

No se trata de un error ni de un fallo de edición. Es una decisión intencional de los creadores, que distribuyeron ambas versiones de forma aleatoria para reforzar la temática central del episodio: la fragilidad de la memoria y la percepción.

Así, Black Mirror no solo presenta una historia en la que su protagonista duda de la realidad, sino que lleva esa duda directamente al espectador. La serie juega con el recuerdo colectivo, sembrando la duda y provocando un debate muy real sobre lo que creemos haber visto. Una vez más, la serie no solo propone un concepto inquietante: lo convierte en experiencia.