Bolivianos honran a sus difuntos con panes y comidas tradicionales

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La Paz, 1 nov (EFE).- Los bolivianos recibieron hoy a las almas de sus difuntos, en la celebración del Día de Todos los Santos, con mesas llenas de panes especiales para la fecha, comidas tradicionales, velas, flores y oraciones para darles la bienvenida.

"Hoy, 1 de noviembre a mediodía, recibimos la visita de nuestros ancestros. Ahora más que nunca, defenderemos el legado y lucha de nuestros antepasados. Saludamos nuestras tradiciones", escribió el presidente de Bolivia, Evo Morales, en Twitter.

La creencia de los bolivianos en esta fecha es que las almas de los difuntos llegan a los hogares cada 1 de noviembre a mediodía para visitar a sus familiares y luego son despedidas en medio de rezos al día siguiente.

Las familias preparan mesas o altares llenos de panes dulces, más conocidos como "t'ant'awawas" o niño de pan en aimara por su forma de persona en pequeño, preparan platos y bebidas del agrado del difunto y exponen su fotografía acompañada de velas y flores.

También hay panes en forma de escaleras o caballos, que se cree que las almas pueden utilizar para llegar más rápido a la tierra de los vivos.

El Gobierno boliviano armó una mesa en la céntrica Plaza Murillo en La Paz para recordar a personalidades como los líderes indígenas Tupac Katari y Tupac Amaru, la heroína Juana Azurduy y la dirigente minera Domitila Chungara.

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Además se mostraban las fotografías del expresidente de Venezuela Hugo Chávez, del guerrillero Ernesto "Che" Guevara, del líder sudafricano Nelson Mandela y del jesuita Luis Espinal, un reconocido activista social en Bolivia, entre otros personales históricos.

"Todos Santos es para recordar a nuestros abuelos ancestrales que han fallecido y que han luchado para hacer conocer nuestra cultura", comentó a Efe el representante del Consejo de Amautas o sabios andinos, Wilfredo Murga.

Antes de mediodía comenzó a llover por unos minutos y según el amauta esa lluvia significa que las almas ya llegaron a los altares para visitar a sus familias.

Los transeúntes se acercaban a la mesa a mediodía para rezar y recibir algunos de los panes ofrendados a las almas.