Poema a Miguel Ángel Ortez, de Manolo Cuadra

nicaragua

No porque en Las Segovias el clima fuera frío

tuvo este Miguel Ángel en las venas horchata.

Muy cierto que de niño, supersticioso y pío,

sonaba en las Purísimas su pito de hojalata.

 

Pero ya crecidito, cuando el funesto trío

permitió que a la patria hollara gente gata,

en nombre de la selva, de la ciudad y de río,

protestó Miguel Ángel, la cutacha, la reata!

 

Murió en Palacagüina peleando mano a mano.

Bajó desde las nubes más de un aeroplano

y tuvo en la cruzada homéricos arranques.

 

Usaba desde niño pantalones de hombre.

Y aun hecho ya polvo, al recordar su nombre,

se meaban de pánico los yankes.

(Quilalí, Guerra de Las Segovias, 1932)

Manolo Cuadra.