Tenía tiempo de no ir a concierto de una banda internacional. No hay que negar que cada vez es mayor la cantidad de artistas internacionales que se presentan en Nicaragua y eso es prueba de que hay un público interesado en estos eventos; pero casi siempre es música… popular. Sin embargo, Kabrones, desde España; nos muestra que el rock tiene vida y mucha alma en nuestro país.
El sábado 27 de abril se presentaría esta banda, conformada por algunos ex integrantes de Mago de Oz. Carlos Marín “Carlitos”, José Martínez “José Andrëa”, Francisco Octavio “Frank” y Salvador Saez “Salva”; son parte de la alineación de esta súper banda que entregaron todo en el escenario.
La cita fue desde las 8:00 pm en el terreno del Chamán, zona céntrica de Managua. Ahí, comenzarían bandas nacionales de renombre para calentar la noche (que con el clima que hay, vaya que estaba caliente). Empezó Cripta, esta banda icónica del heavy metal en Nicaragua y que tienen una trayectoria enorme.
Estuvieron tocando plenamente alrededor de una hora, para satisfacción de los rockeros y metaleros de la vieja escuela; así como más jóvenes que gustan del buen rock nica.
Rock de Nicaragua para calentar la noche
Posteriormente, llegaría el turno de Ciclo. Esta banda de rock ha sido también un estandarte en Nicaragua, y con unos visuales tremendos mostrarían su despliegue potente en el escenario.
Cerraría el espacio del rock nacional la banda Excelsyum, que ya han tenido cercanía con José Andrea en otro concierto; quienes demostrarían que el metal sinfónico tiene cabida en nuestro país. Vaya voz la de Lucía, mis respetos.
Fue así que a eso de las 11:00 pm, ya todo mundo bien calibrado; llegaría el turno para Kabrones. Estos señores del rock bien que saben cómo prender a una audiencia masiva, y lo hicieron por alrededor de tres horas.
Recorriendo cada palmo del escenario, estos Kabrones vinieron a Nicaragua a dejar la sangre y el sudor; a darlo todo por aquellos fanáticos de Mago de Oz y que recuerdan esas rolas inconfundibles.
Kabrones, dejando el alma para su público
Yo les puedo decir, que nunca he sido tan apegado al género musical de esta banda, quedé fascinado con su presentación. Pude entender por qué tiene semejante popularidad que ha durado décadas.
Se veía además en el rostro de cada rockero y rockera. Éxtasis, emoción, energía y fuerza metalera; eso se podía palpar en el aire y además cómo coreaban las canciones más conocidas.
Al momento de «Fiesta Pagana»; por dar un ejemplo, no importaba que fueran más de las 2 de la mañana. La gente brincó como si no hubiera un mañana, alentando y gritando, dejando en claro que en Nicaragua hay quienes amamos el rock, quienes nos gusta el metal.
En Nicaragua hay quienes disfrutamos de guitarras eléctricas y vertientes musicales más expresivas que la música popular de hoy en día. Aquí tenemos pasión rockera-metalera, y lo seguiremos demostrando con «fullear» cada uno de estos conciertos. ¿Quién dijo miedo?
