Cientos de pingüinos en Nueva Zelanda mueren por causas desconocidas

Cientos de pingüinos en Nueva Zelanda mueren por causas desconocidas
Foto: Cientos de pingüinos en Nueva Zelanda mueren por causas desconocidas / .

Una gran cantidad de pingüinos korora en Nueva Zelanda, están muriendo por causas desconocidas desde hace unas semanas.

Según cálculos se cree que han muerto desde principios de mayo, unos 500 pingüinos y si bien se desconoce la cantidad exacta de muertes; «ciertamente las cifras reportadas (por el público) en esas Playas del Norte son más altas de lo que normalmente se espera«; mencionó este jueves a Efe Graeme Taylor, un experto en la materia de Nueva Zelanda.

Además, los fallecimientos de los korora, que radican principalmente en las islas frente a las costas neozelandesas, pero viajan a tierra continental para anidar. Se reportaron desde el pasado 2 de mayo varios decesos desde la playa Tokerau, en la zona septentrional de la Isla Norte.

Cientos de pingüinos en Nueva Zelanda mueren por causas desconocidas
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Los registros de estas muertes se dan en el período (mayo y junio) en que las aves adultas se movilizan a las costas neozelandesas para preparar los nidos; el cual conlleva un gran esfuerzo para ellos, porque tienen que caminar 1,5 kilómetros y trepar 300 metros para poder hallar el lugar correcto.

El korora en Nueva Zelanda está en peligro de extinción

Las autoridades neozelandesas confirmaron que estos pingüinos Eudyptula minor, que miden unos 25 centímetros y son de color azulado con pecho blanco, murieron por inanición; de acuerdo a análisis preliminares hechos a algunos de los restos y que descartaron que estos decesos estaban vinculados a enfermedades o toxinas.

Los cadáveres de los pingüinos «(tenían) casi la mitad de su peso normal (que es de 1,5 kilogramos), no tenían grasa en sus músculos y su masa muscular se había reducido. Estaban en mala condición», explicó Taylor.

Las muertes de los korora, una especie catalogada en riesgo de extinción en Nueva Zelanda, especialmente por el desarrollo humano en las zonas costeras y por la introducción de nuevos depredadores como los perros.

El Heraldo