Detenido un español acusado de llevar granadas a Filipinas

MANILA, Filipinas (AP) — Soldados filipinos detuvieron a un ciudadano español que supuestamente llevaba granadas y piezas de bombas y se cree apoyaba a los milicianos de Abu Sayyaf, vinculados al grupo extremista Estado Islámico, en la isla sureña de Basilan, donde reconoció haber visitado “la jungla”.

Abdelhakim Labidi Adib fue acusado el miércoles ante la fiscalía de posesión ilegal de explosivos por el capitán Exequel Panti y otros dos soldados de las fuerzas especiales. Adib negó que las granadas y piezas de bombas le pertenecieran.

Los soldados dijeron haber capturado al hombre el lunes en los alrededores de la localidad de Maluso, en Basilan, donde tiene presencia Abu Sayyaf. Un miliciano local que estaba con el detenido logró escapar, indicaron.

Tras recibir información sobre la presencia de un supuesto miliciano y un extranjero cerca de Maluso, Panti dijo que él y otros soldados colocaron un control de seguridad y más tarde capturaron a Adib, que intentó arrojar a un lado una mochila que contenía las granadas, piezas de bombas, su pasaporte, permiso de conducir y otras tarjetas de identificación.

Adib, de 20 años, dijo a la fiscalía que había “salido de la jungla” en Basilan, pero se negó a decir por qué había viajado allí y con quién se había reunido.

Adib dijo a un periodista en español que viajó a Filipinas por primera vez el año pasado para conocer a mujeres filipinas, y que pretendía regresar a Manila a través de la ciudad sureña de Zamboanga cuando fue detenido. Cuando se le preguntó por qué había visitado Basilan, Adib se negó a responder y dijo que tenía previsto volver a España desde Manila.

El fiscal estatal asistente Peter Ong señlaó que la visa de Adib había caducado y el detenido afronta posibles problemas legales por violar las leyes de inmigración.

La isla de Basilan, de mayoría musulmana, es el lugar donde nació Abu Sayyaf, un grupo incluido en listas negras de los gobiernos de Estados Unidos y Filipinas por secuestros a cambio de dinero, decapitaciones, ataques con bombas y otros actos de violencia.

Aunque la milicia se ha visto muy debilitada tras años de ofensivas en Basilan, que se encuentra 880 kilómetros (550 millas) al sur de Manila, docenas de sus combatientes armados y una cifra no especificada de milicianos extranjeros siguen suponiendo una amenaza y son objetivo de operaciones militares.

Un importante comandante de Abu Sayyaf en Basilan, Isnilon Hapilon, lideró un asedio a la ciudad sureña de Marawi con cientos de milicianos locales y extranjeros el año pasado, pero murió cuando el ejército acabó con el ataque cinco meses más tarde. Más de 1.100 combatientes y civiles, incluidos muchos de los milicianos, murieron en los combates.