Siria: 46 muertos en ataque del EI contra campo de refugiados

Al menos 46 personas, en su mayoría civiles, murieron este martes en ataques suicidas del grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra un campo de refugiados y desplazados en Siria, donde las fuerzas antiyihadistas progresan hacia Raqa.

El EI es el objetivo de una ofensiva de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que lograron expulsar a los yihadistas del 90% de Tabqa (norte), una ciudad clave rumbo a Raqa, considerada la capital del EI en Siria.

El presidente estadounidense, Donald Trump, cuyo país dirige una coalición internacional contra el EI que apoya especialmente a las FDS, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, afirmaron su voluntad de coordinar su lucha antiterrorista y discutieron sobre la posibilidad de crear zonas humanitarias, durante una entrevista telefónica sobre Siria.

Pese a la creciente presión, el EI, que ha perdido terreno en Siria y el vecino Irak, logra perpetrar sangrientos ataques.

En el noreste de Siria, cerca de la frontera con Irak, cinco kamikazes del EI se hicieron estallar cerca y dentro de un campo de refugiados iraquíes y de desplazados sirios, a lo que siguieron intensos combates con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Al menos 46 personas, incluidos 31 civiles, murieron y decenas resultaron heridas en el ataque contra este campo situado en la región de Rajem al Salibi, en la provincia de Hassaké, según el OSDH. 

El EI reivindicó el ataque a través de su agencia de propaganda Amaq, afirmando que un grupo de yihadistas atacó a las FDS cerca del campo temporal que alojaba a 300 familias iraquíes y sirias.

El conflicto sirio han provocado más de 320.000 muertos y millones de desplazados desde su inicio en 2011, y la presencia extranjera es determinante en el rumbo de la guerra.

Una nueva ronda de negociaciones entre los rebeldes y el régimen para alcanzar un alto el fuego en Siria está prevista para el miércoles y jueves en Astaná, capital de Kazajistán. Las tres reuniones anteriores concluyeron sin ningún avance.

El martes, Trump y Putin se pusieron de acuerdo en el hecho de que "todas las partes debían hacer todo lo posible para poner fin a la violencia", según el ejecutivo estadounidense.