Se acabó la novela: Sam Altman regresa como CEO de OpenAI

Foto: Logo de la empresa OpenAI
Foto: Logo de la empresa OpenAI

OpenAI anunció el regreso de Sam Altman como director ejecutivo, tras haber sido destituido por el consejo de administración. Altman, cofundador de la firma tecnológica, regresa con un nuevo consejo compuesto por Bret Taylor (presidente), Larry Summers y Adam D’Angelo. Su despido generó sorpresa y reacciones en el mundo de la inteligencia artificial.

Altman, quien fue contratado por Microsoft después de su destitución, afirmó contar con el respaldo del CEO de Microsoft, Satya Nadella, para retomar su antiguo cargo en OpenAI. La firma está aliada con Microsoft, y Altman expresó su entusiasmo por seguir construyendo la fuerte alianza entre ambas compañías.

El anuncio de la salida de Altman había llevado a Emmett Shear, cofundador de la red Twitch, a aceptar el puesto de director ejecutivo en OpenAI. Sin embargo, cerca de 700 de los 770 empleados amenazaron con renunciar si Altman no regresaba.

OpenAI, fundada en 2015 como una asociación sin fines de lucro, se asoció con Microsoft para desarrollar modelos de inteligencia artificial eficientes. El lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 marcó un hito en la inteligencia artificial generativa.

OpenAI con un futuro ¿brillante?

El sorpresivo derrocamiento de Sam Altman recordó a algunos en Silicon Valley al despido en 1985 de Steve Jobs por parte de Apple.

Jobs volvió años después al gigante que había fundado, para iniciar una etapa que encumbró a Apple gracias a productos como el IPhone.

Altman regresará a OpenAI junto con Greg Brockman, colega y expresidente del consejo de administración, quien también había anunciado su salida a Microsoft.

 

La nueva junta directiva, presidida por Bret Taylor; cuenta con miembros con experiencia en Google, Facebook, y Harvard.

El comunicado no menciona a Ilya Sutskever, director de OpenAI, ni a otras figuras clave, indicando posibles cambios en la dirección de la empresa. La inteligencia artificial generativa plantea entusiasmo pero también preocupaciones sobre su impacto en la democracia y el empleo.