Distintas tradiciones ancestrales honran a los deudos en Monimbó

nicaragua

"Por las ánimas benditas te suplicamos señor", esta es una de las plegarias que con tradición se elevan al creador pidiendo por la paz de aquellos que han partido de este mundo. 

Los familiares honran la memoria de los deudos con distintas ceremonias ancestrales que se mantienen vivas en Monimbó

De su interés: Tradición y gastronomía mexicana es presentada en la ciudad de León

Martha Toribio es una tradicionalista oriunda de Monimbó, es una mujer muy apegada a las costumbres que se le han heredado de sus antepasados, comenta la importancia de las ceremonias desde el día que el ser querido parte de la tierra, en su casa está un altar con fotografías de sus seres amados, la virgen dolorosa a su lado.

"Es la virgen dolorosa que se acostumbra poner desde que fallece un familiar nuestro, se pone a los pies de ellos y el mismo día que fallece empezamos el novenario", menciona Toribio.
  
Los rezadores son una parte fundamental para ayudar a llegar al más allá a los difuntos según la creencia

Byron Miguel Ruiz es un joven rezador que mantiene esta costumbre que se le fue transmitida por su abuelo, destacó que actualmente son pocos los rezadores en este barrio.

"Mi abuelo me enseñó el rezo a los santos difuntos, nos instruyeron que rezar era sacar de pena el alma donde estuviera para poder llevar esa alma al cielo, se hacía desde el día que fallecía, antes acostaban al fallecido en la tierra y empezaba el rezo", comentó. 

"Hay una explicación, cuando la persona muere y lo preparan para meterlo a la urna les ponemos un rosario para agarrarse de la virgen, es una simbolización del madero, se agarra del madero porque hay espíritus que se apoderan y se pueden llevar nuestra alma y no se pueden sacar, aun así con rezos, cantos o peticiones", explicó el joven.

Según la tradición el rezador no debe ser familiar del occiso pues antiguamente se creía que si éste rezaba a su deudo simbolizaba que no quiso a esa persona en vida.  

Los alimentos a base del maíz como rosquillas y bollos son repartidos a los asistentes, es la única ocasión que se degusta un buen chilate

"Es una costumbre de la vela, es una costumbre que haya diferente comida propias de aquí, como el atolito que se conoce como el atol de muerto pero que también se conoce como el chilate. Se acostumbra aquí y se da el mismo día de la vela, se da también en los nueve días o cuarenta días, el chilate es muy peculiar en todo esto, porque también cuando celebramos en semana santa la cuaresma también se acostumbra dar el chilate como una señal de duelo", recalcó Toribio.

Los días de duelo trascurren hasta llegar a los síes meses o el año en que se realiza la parada del madero. Según la creencia ancestral es utilizado por el alma para sostenerse y salir de su sepultura al cielo, ejemplo de esto son los maderos colocados en el cementerio indígena de Monimbó.