Nicaragua Conmemora 40 años de la toma a la Casa de Chema Castillo

Junto al Danto, German Pomares Ordoñez y Eduardo Contreras, Comandante Cero, un grupo de valientes hombres y mujeres decidieron golpear estratégicamente a la dinastía de los Somoza y lo hicieron tomándose la casa de Chema Castillo, uno de los principales colaboradores de Anastasio Somoza.

A 40 años de esta gesta que marcó un hito en la historia de Nicaragua y en la misma historia del Frente Sandinista, sus actores, relatan que para encontrar la paz que hoy se vive, se tuvo primero que sufrir.

El 27 de diciembre del 2014, se cumplen 40 años de romperse ese silencio, poniendo en práctica el FSLN, su acumulación de fuerzas, destaca Jacinto Suárez, quien en ese entonces era un rehén de la Guardia.

13 años después de la fundación del Frente Sandinista, continuaba recibiendo golpes, en cada momento se debilitaba, pero siempre sus miembros con la moral en alto, recuerda Suárez.

El comandante Lenin Cerna, recordó que ese hecho histórico sirvió que hoy Nicaragua vive en paz y armonía «Ese hecho ratificó la lucha del FSLN, la lucha permanente por objetivos de la ilusión del pueblo, demostrando en la practica que nada se consigue con sacrificio y sin la disposición para hacerlo», manifestó Cerna.

«Se atacó la casa de Chema Castillo, porque allí, se encontraba la crema y nata de la dinastía junto al embajador de Estados Unidos Turner Shelton, disfrutando de su francachela», agregó.

Según las instrucciones de la operación, una escuadra de «muchachos» baja a Managua desde la vivienda en la que el comando se entrena clandestinamente en el municipio de El Crucero y asaltan varios taxis, que todos abordan en la misión de «Patria libre o morir», y en ellos llegan de sorpresa hasta la puerta principal de la casa de Chema Castillo.

Al inicio de la operación, los guerrilleros no encontraron a los funcionarios del dictador, a quienes retendrían a cambio de la liberación de sus compañeros presos, pero poco a poco los fueron encontrando, escondidos, temerosos de ser «ajusticiados». El comando sandinista paulatinamente comenzó a encontrar a los «peces gordos» del somocismo, en parte escondidos en el jardín de la casa de Chema Castillo, donde algunas de sus esposas como la mujer de Luis Valle Olivares, se tragó un anillo de diamantes, creyendo que se trataba de un vil robo.

El comando «Juan José Quezada» llega finalmente con sus compañeros a Cuba, donde permanecen unos días, y luego se unen a la lucha en su terruño, hasta liberarla del dictador Somoza.

Antenor Peña Solano