Ahmed Best, que interpretó a Jar Jar Binks ha tenido que pasarla muy mal

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El actor detrás de Jar Jar Binks, Ahmed Best, ha tenido que pasarlo muy mal. Si hace un tiempo se revelaba que Best le había suplicado al mismísimo Lucas que matara al personaje, ahora nos hemos enterado en boca del propio actor que durante un tiempo tuvo el suicidio en sus pensamientos.

Posiblemente, muy pocos son conscientes de que el odio hacia un personaje de ficción puede tener repercusiones, especialmente en el ser humano real que interpreta el papel. Ahmed Best habló hace unas horas de su experiencia personal tras el estreno del polémico personaje en el Episodio 1 en 1999.

 

Aunque es cierto que hay un reducido grupo de personas que adoraban a Jar Jar, el personaje fue rápidamente arrastrado por la crítica de público y medios, convirtiéndose finalmente en uno de los personajes más odiados en la historia de Star Wars.

Aquello acabó afectando a nivel personal al propio actor que lo encarnó. Este martes, Ahmed Best lo explicaba en Twitter publicando una foto con su hijo pequeño. Best cuenta que contempló el suicidio después de la “reacción mediática” que sufrió hace casi 20 años: Hace 20 años el próximo año que me enfrenté a una reacción mediática que todavía afecta a mi carrera actualmente. Este es el lugar donde casi termino mi vida. Todavía es difícil hablar de ello. Sobreviví y ahora este pequeño hombre es mi regalo a esa supervivencia.

Rápidamente, el director de Last Jedi, Rian Johnson, respondió a Best, enviando un mensaje de apoyo: “Creo que hay muchos de nosotros que obtendrán mucho al escuchar tu historia”.

No solo Johnson, la leyenda de Star Wars, Frank Oz, que interpretó al maestro Jedi Yoda, también respondió a Best comentado que le gustaba Jar Jar Binks, y reconociendo la respuesta dura del público al personaje: Sé que seré arrastrado sobre las brasas por decir esto, pero nunca entenderé la dureza de la aversión de la gente hacia el personaje.

Ya ven, aunque la mayoría jamás lo hubiese pensado, burlarse de un personaje de ficción puede no ser tan inocente como parece, sobre todo si hay una persona real que realmente se ve afectada por ello.