El lugar donde Snowden guarda sus secretos, una pesadilla para EE.UU. y el Reino Unido

 

Funcionarios de los servicios secretos de Estados Unidos y del Reino Unido están preocupados por los archivos de información secreta que Edward Snowden guarda en una nube y que supuestamente se desbloquearían en caso de que le llegue a suceder algo.

En ese ‘escondite’ es donde el excolaborador de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) oculta documentos y nombres de agentes secretos de EE.UU. y de sus aliados, según siete funcionarios de EE.UU. ya retirados o en activo y otras fuentes citadas por la agencia Reuters.

Los datos están protegidos por un sofisticado cifrado y hacen falta múltiples contraseñas para acceder a ellos, según una de las fuentes anónimas.

Las contraseñas están en posesión de al menos tres personas desconocidas y están vigentes solo durante un breve lapso de tiempo diariamente.
Lo peor todavía está por venir
Una de las fuentes describió el escondite virtual de materiales todavía no publicados como «póliza de seguros» de Snowden contra un arresto o daño físico.

La existencia de tal precaución fue confirmada el verano pasado por Glenn Greenwald, un periodista del diario británico ‘The Guardian’ y uno de los primeros en publicar las filtraciones de Snowden.

Según varios funcionarios estadounidenses y otras fuentes, Snowden ha publicado solo una pequeña proporción de los materiales clasificados que descargó durante su trabajo como administrador de sistemas para la NSA.

Algunos de los funcionarios gubernamentales precisaron que los materiales no publicados bastarán para dos años de ‘bombazos’ en los medios de comunicación.

«Lo peor todavía está por venir», dijo un exfuncionario estadounidense que vigila la investigación muy de cerca.

Tanto la NSA como la Oficina del Director de Inteligencia Nacional estadounidense se negaron a comentar estos datos.

Snowden, quien copió entre 50.000 y 200.000 documentos, según estimaciones, reside en Rusia, que le otorgó asilo temporal. El estadounidense se enfrenta a cargos de espionaje en su país.

Sus filtraciones sacaron a la luz la existencia de programas secretos de vigilancia a gran escala de las comunicaciones telefónicas, correos electrónicos y redes sociales por parte de la NSA y de otras agencias.

Las revelaciones provocaron desencuentros diplomáticos entre Washington y sus aliados así como debates sobre la privacidad y la libertad en Internet.