Un robot humano con cabeza, manos y pies cubiertos con elegantes zapatillas rojas, abordó el pasado lunes un vuelo en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles con rumbo a Alemania, convirtiéndose así en el primer robot que viaja como pasajero en una línea aérea.
La atención era inevitable para los curiosos, medios televisivos y flashes de las cámaras se disparaban y la gente apuntaba directo con sus teléfonos móviles gritando: «Es un robot»!
Athena no puede hacer más que sentarse y disfrutar de la atención. El software para hacer que sus piernas se muevan está todavía en desarrollo. Sin embargo su viaje fue especial, como entrar en la fila de pasajeros de primera clase, acompañada por Herzog y Jeannette Bohg, una científica investigadora de la sociedad Max Planck, hasta su nuevo hogar laboratorio en Alemania.
Agencias
