El negocio de ser «influencer» está llegando a su fin

El tener muchos seguidores ya no es nada rentable…

La carrera por alcanzar más y más seguidores en las redes sociales no solo es una cuestión de ego. También está implícito el hecho de llegar a generar ingresos siendo una celebrity en estos medios, es decir, un influencer.
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Desde 2014 comenzó a verse con más frecuencia el uso de esta palabra por parte de las agencias de marketing, que se refiere a personas que hacen publicaciones de marcas (que la mayoría de las veces intentan parecer espontáneas) dentro de las habituales que hacen, recomiendan cosas o simplemente asisten a determinados lugares.
 
Una muy “instagrameable” foto de una bebida, escribir que está visitando su restaurante favorito o ir al lanzamiento de un producto.
 
Obviamente que cuando hablamos de verdadera influencia se nos vienen nombres como Kylie Jenner, pero un influencer no es necesariamente una súper estrella, basta con tener seguidores del público al que se quiere apuntar.
 
¿Es la nueva gran profesión de esta era?
 
Creíamos que sí, pero un detallado reporte del portal Digiday más bien pronostica su fin…
 
“Hemos malgastado mucho dinero en los influencers“, indica un reconocido ejecutivo de social media que prefirió no dar su nombre. A su juicio, las marcas parecen  estar pensando solo en esta práctica y han descuidado las ya tradicionales: “Antes se solían hacer 12 anuncios al año. Ahora una marca de autos postea algo seis o siete veces al día”, por lo que la calidad ha desmejorado.
 
Hay cifras que indican que a algunos de estos influenciadores se les pagaba en 2014 hasta 500 dólares por hacer presencia en un evento, hoy en día pueden pasar los 1500. El experto asegura que no hay una regla a la hora de que alguien te ponga su precio. Un Youtuber reconocido puede llegar a pedir ¡500.000 dólares!
 
“Una vez hablé en una escuela de jóvenes estudiantes de redes sociales y me preguntaron ‘¿Cómo puedo convertirme en influencer?’, así que les pregunté qué era lo que se les daba bien. Ellos respondieron ‘Nada’”, apuntó.
 
Todo parece ser un tema de sobrevaloramiento a esta nueva… ¿profesión?, por lo que puede que tarde o temprano la moda pase.
 
“Los influencers van a empezar a desaparecer. Las marcas van a empezar a darse cuenta de que el número de seguidores que tengas no importa una m****. Que hagan fotos bonitas y tengan 200.000 seguidores no significa nada”.
 
Así que ya sabes, no es tan preocupante vivir con 300 seguidores.
 
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