Top 5 de fobias más extrañas

Es natural que las personas sufran de alguna fobia. Entre las más comunes se encuentra el miedo a la altura, a las arañas o, incluso, a volar en avión denominada aerobofia. Pero, ¿miedo a orinar o sentarse? Aquí presentamos, de la cinco a la uno, un Top 5 de fobias más extrañas.

5 – Turofobia (Miedo al queso).

Tan solo con ver un pequeño pedazo de queso las personas entran en pánico. Lo más común es que esta fobia se dé tras haber tenido una experiencia traumática con este producto. Si bien hay diferentes grados, muchas personas se asustan con solo ver u oler el queso.

4 – Pogonofobia (Fobia a las barbas).

Sí, no importa que esté bien cortadita y limpia, esta fobia existe. Sin embargo, hay algunos que le tienen miedo a un bigote y otros definitivamente a las barbas completa. Ésta fobia se pudo haber producido por alguna mala experiencia del pasado la cual no saben explicar.

3 – Catisofobia (Miedo a sentarse).

Esta fobia, tan poco común, la suelen desarrollar personas que han estado secuestradas o que han sufrido algún tipo de tortura. Los síntomas de las personas que padecen esta fobia presentan ansiedad, sudoración y dificultades para respirar cada vez que tienen que tomar asiento, probablemente debido a “la pena” que supone sentarse entre desconocidos.

2 – Urofobia (Miedo a orinar).

Imagine que está teniendo un día agitado andando por la calle y, en un momento, tiene la necesidad de orinar. Sin embargo, no puede porque parece de Urofobia. Se trata de la sensación de miedo o temor a orinar en público, o a orinarse. Esta fobia hace referencia principalmente a no poder orinar en los baños públicos o comunales por miedo a ser visto o escuchado y solo poder hacerlo en el baño de la casa.

1 – Hipotomonstrosesquipedaliofobia (Miedo a las palabras largas).

No, no es sarcasmo, pero sí una gran ironía. Esta curiosa fobia, también conocida como sesquipedalofobia, hace que las personas que la padecen sientan gran nerviosismo y ansiedad cuando escuchan a alguien pronunciar una palabra más larga de lo común. Ahora imagine la ironía cuando esa persona recibe su dictamen médico.