Honduras: Asesina a su madre, la llora y la entierra

Un desalmado hijo mató a su propia madre incrustándole una varilla de hierro en la cabeza y después tuvo el descaro de ir a llorarla al velatorio y cargar el ataúd de su progenitora cuando la iban a enterrar en el cementerio del municipio de Guaimaca, Francisco Morazán.

El labrador le quitó la vida a su longeva progenitora, debido a que su mujer no se llevaba bien con su madre y se había ido de la casa en que convivían los tres, advirtiéndole que no regresaría si su suegra seguía en la misma casa.

El supuesto parricida es Roger Miguel Ortega Pavón (28), detenido preventivamente tras investigaciones realizadas por agentes policiales asignados a la ciudad de Talanga.

La Policía informó que a Ortega Pavón se le detuvo por el delito de parricidio en perjuicio de Leonarda Ortega Pavón, de 70 años de edad, conocida por los lugareños como doña “Nana”.

El informe policial establece que el abominable hecho criminal sucedió el 22 de abril del presente año a eso de las 11:40 de la noche en la casa de habitación donde convivía el homicida con su víctima, ubicado en el barrio Abajo de Guaimaca.

De acuerdo a la relación de hechos, Roger Miguel Ortega Pavón asesinó a la septuagenaria usando una varilla de hierro, la cual atravesó la cabeza de doña Nana. Después el homicida hizo creer a los otros cercanos parientes que su madre se accidentó y que por eso falleció.

A doña Nana la velaron y posteriormente su cuerpo ya en un ataúd fue llevado al cementerio de Guaimaca, siendo su hijo uno de los que encabezaba el sepelio, cargando el ataúd de la señora con sus otros hijos, todos llorosos.

Pero tras el hecho criminal un equipo de investigadores de la Policía Nacional de Honduras realizó una serie de acciones para esclarecer el abominable suceso en contra de una mujer de la tercera edad.

Dichas averiguaciones dieron como resultado que fue su propio hijo quien la asesinó, porque él tenía una mujer y la compañera de hogar se había ido de la casa donde residían debido a que no se llevaba bien con la ahora difunta señora.

La nuera de la víctima le dijo a Roger Miguel que ella no regresaría a la casa si doña Nana seguía en las “mismas paredes”.

Por tal justificación el ahora imputado como homicida decidió matar a su propia madre y así hacer una vida marital con el “amor de su vida”, en este caso su pareja, según testimonios y averiguaciones de la Policía.