¿Por qué los «chigüines» solo quieren estar bajo las faldas de la mamá?

Mamitis: cuando los niños solo quieren estar con mamá
Foto: Mamitis: cuando los niños solo quieren estar con mamá /Cortesía

En la mayoría de los casos los niños siempre tienen apego por su mamá y sienten que son las únicas que pueden brindarles protección y seguridad; ella es su figura de apego, la plataforma desde la que va a lanzarse a explorar otras relaciones.

También necesita un poco de ayuda para poder confiar en otros. Y eso se consigue pasando tiempo con más gente, pero sabiendo que mamá está ahí para cualquier cosa. Sin prisa, y sobre todo sin forzarle aumentará su autonomía.

Entre los 10 y los 18 meses, los niños empiezan a ser más autónomos: ya pueden andar, explorar la casa o pedir lo que quieren. Sin embargo, necesitan a sus padres con la misma intensidad que cuando eran bebés.

Mamitis: cuando los niños solo quieren estar con mamá

Mamitis: cuando los niños solo quieren estar con mamá
Foto: Mamitis: cuando los niños solo quieren estar con mamá /Cortesía

De ahí que busquen algo a lo que agarrarse y si es la mano de mamá, mucho mejor. Esta será una etapa pasajera que olvidarán en poco tiempo.

Entre los dos y los tres años, los niños se relacionan con otras personas, hacen amistades o pasan más tiempo en el parque jugando con otros pequeños. Todo eso conlleva conocer mucha gente nueva y, al principio, pueden sentirse más cómodos si su madre está cerca para darles seguridad.

Durante los primeros años de vida, es natural que los niños desarrollen un fuerte vínculo emocional con sus cuidadores primarios. Sin embargo, es frecuente que tengan un mayor apego hacia la madre.

Mamitis: cuando los niños solo quieren estar con mamá
Foto: Mamitis: cuando los niños solo quieren estar con mamá /Cortesía

Esta conexión emocional hace que el niño se sienta más seguro y protegido cuando está con mamá. El tiempo de crianza y el vínculo emocional temprano pueden influir en la preferencia del niño por la madre.

Es importante tener en cuenta que esta preferencia por la madre, es una etapa normal en el desarrollo del niño, pero puede variar en intensidad de un peque a otro.

Con el tiempo, a medida que los niños crecen, se vuelven más independientes y comienzan a explorar el mundo de manera más autónoma. Es entonces que la necesidad de estar constantemente con la madre puede disminuir.

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