200 cultivos indígenas usados para mejorar nutrición en 4 paises

200 cultivos

Roma, 21 feb 2019. Un total de 195 cultivos indígenas han sido seleccionados por un proyecto internacional por su capacidad de mejorar la nutrición en Brasil, Kenia, Sri Lanka y Turquía, países de gran biodiversidad que corren el riesgo de perderla.

La iniciativa Biodiversidad para la Alimentación y la Nutrición ha recogido en los últimos siete años información sobre el potencial que tienen las especies nativas poco utilizadas y ricas en nutrientes, indicó hoy en una charla la especialista Teresa Borelli, del centro de investigación Bioversity International.

Los cuatro países elegidos tienen en común que son “lugares muy ricos en biodiversidad, pero dependen mucho de los cultivos básicos, sus dietas son homogéneas y sufren degradación y pérdida de diversidad biológica”, apuntó.

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Un equipo de expertos se encargó de buscar especies que estuvieran adaptadas localmente y fueran capaces de resistir pestes y condiciones meteorológicas extremas como la sequía, además de ser comercializadas a precios razonables y formar parte de la alimentación tradicional.

En Brasil, la guayaba, el camu camu, el coyol o el anacardo fueron algunas de las 78 especies que se añadieron a la base de datos nacional y su consumo se promovió en festivales gastronómicos, ferias, libros de recetas, programas televisivos y escuelas.

Borelli señaló que en Kenia se hizo especial hincapié en las verduras con hojas como la espinaca de Malabar, la mostaza etíope o la moringa, al tiempo que se desarrollaron escuelas de negocios para agricultores interesados en esos cultivos y programas de alimentación escolar que incluían ese clase de productos locales.

En Turquía, se celebraron concursos y festivales con la intención de impulsar el consumo de especies salvajes comestibles que integran la cultura tradicional, mientras que en Sri Lanka una conocida cadena de restaurantes se sumó a los esfuerzos por utilizar más cultivos poco conocidos y ayudar a las mujeres que venden la comida nativa que cocinan.

El proyecto, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial ha sido coordinado por Bioversity International con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) y la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La directora de Nutrición de la FAO, Anna Lartey, recalcó que la iniciativa, que acaba este año, ha servido de ejemplo sobre la importancia de investigar los beneficios de las “diferentes especies que ya no se ven en el plato” y de buscar maneras de vincular su producción a los mercados. EFE