De la «democracia» bananera a la Dignidad Nacional

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Foto: De la "democracia" bananera a la Dignidad Nacional/ Cortesía

Edwin Sánchez
I
Si el Gobierno Sandinista que asumió en 2007 hubiera persistido en hacer trizas la Dignidad Nacional, definida y defendida hasta la muerte por el Pensador y General Augusto César Sandino, Nicaragua fuera un modelo de “democracia” en América.
“Democracia” bananera.

Y si reprodujera la devastadora mediocridad de las administraciones pasadas que reflejaban a la oligarquía más atrasada del hemisferio…
Apadrinara la asunción de los hijos de la alcurnia al poder…
Mantuviera el desprecio a las mayorías
Ampliara la consistente incuria secular…
Y engrosara el despilfarro babilónico del erario para satisfacer el hambre no de los pobres (sería justicia), sino la sed de codicia de la elite…

No se hubiera AUTORIZADO EL MATADERO de sandinistas y no sandinistas que constituyó el frustrado Golpe de Estado 2018.

Si el Sandinismo continuara como políticas de Estado la lenidad, la injusta distribución de la riqueza y ampliado exponencialmente el subdesarrollo, como corresponde a una colonia bien portada, Europa lo aplaudiría.

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Si autorizara el saqueo de los recursos nacionales a precio de guate mojado, se le ensalzaría de ir por el camino del “libre mercado”, que sí se va pero no en dirección al Cuarto Círculo del Infierno de Dante, como en otras partes.

Si hubiera puesto precio al agua, educación y salud pública, sería un Estado que “sabe hacer bien sus tareas”.

Si el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional prolongara la política de estómagos vacíos en la niñez, perpetuara el empirismo de los maestros, fomentara la carencia de escuelas, centros de asistencia y hospitales, y cancelara las universidades nacionales para frenar la formación de médicos y especialistas que no nacieron en cunas de encajes, no se le acusaría de “dictadura”.

Si honrara las políticas de brazos cruzados de los gobiernos anteriores en torno a los Derechos Humanos, que orgullosos mostraban la muerte materna de 115 mujeres en 2006, en vez de reducirla a 37 como en 2022, el partido político supranacional, autodenominado “Human Rights Watch”, no apuntaría la artillería de sus “honestos” (des)informes contra Nicaragua.

Es que para no desmantelar la “democracia”, el presidente Daniel Ortega nunca debió cometer la herejía de permitir cirugías de corazón abierto, ¡y gratuitos!

El colmo de esta “arremetida” contra el pretérito sistema es que el “desalmado gobierno” ya consumó casi 400 intervenciones de “leso establishment”.

396 cirugías de corazón abierto se efectuaron en el Centro de Cardiocirugía Infantil del Hospital La Mascota, se “atrevió” a informar el 22 de diciembre de 2022, la Vicepresidenta de la República, Rosario Murillo.

Por si fuera poco, se “desviaron” del Presupuesto 60 millones de córdobas para estas cirugías “de los hijos de nadie”, que bien pudieron invertirse en el “fortalecimiento democrático”, “empoderamiento” de los “valores cívicos” y sobre todo, ampliar más el viejo “pastel publicitario” como las “educativas Páginas Azules de Bolaños” en “La Prensa”.

“La deriva autoritaria de Ortega” es tanta que ya no brinda las 2 mil 137 consultas de cardiología del último año de la “democracia”, 2006. Ahora, sin respetar la Carta Interamericana, ni lo que exige un robusto Estado de Derecho, han “perpetrado” nada menos que 15 mil 169 cirugías a bebés.

¡Cómo es posible que sin autorización de las “democracias occidentales”, “el régimen” haya desperdiciado recursos al salvar a más de 15 mil viditas, que pueden comprometer la economía, y peor, la densidad poblacional del planeta!

II
Los desinteresados “apóstoles de la libertad” –todo lo hacen por “amor”– preguntan: ¿quién parará a Ortega?

Lejos de preservar la “saludable democracia” 1990-2006, la “enferman” cada día más con tantos niños vivos que dejan obsoletos los costosos estudios, foros, programas, estadísticas…, poniendo en riesgo las “conquistas” alcanzadas.

No solo impiden que los bebés perezcan de dolencias evitables o que la desnutrición infantil aumente a ritmo de Guinness Record, como Violeta Chamorro, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños se encargaron de preservar esta “noble tradición republicana”. El “acabose” es que ¡Nicaragua está a la vanguardia en cirugía fetal intrauterina a nivel de Centroamérica!
Este “grave retroceso” inició en 2021: “Nicaragua hace historia en la medicina materno fetal, convirtiéndose en el primer país de la región en realizar cirugías fetales en el Hospital Bertha Calderón.

Llevamos 168 procedimientos fetales intrauterinos y 94 cirugías connatales”, “confesó” a El 19 Digital, la doctora Carmen Marina Cruz, directora del Hospital.

A un bebito, en el vientre materno, le detectaron hidrocefalia. Los especialistas lo intervinieron con equipos de alta tecnología para drenar el líquido de su cabecita, y permitir un sano desarrollo de la corteza cerebral.

La criaturita nacerá sin malformación.

En un exceso de “populismo”, “cualquier” cipote podrá ser paciente de estos procedimientos sin pagar un solo centavo, cuando en las “democracias”, respetuosas del juramento “hipocrático” de la medicina privada, su costo es de 30 mil hasta 50 mil dólares.

¿Adónde piensa ir este país con semejantes avances científicos y tecnológicos de grandes magnitudes como dijo la doctora María Carolina Cantarero, Neurocirujana Pediatra Espinal y Cirujana de Epilepsia?

Intolerable, además, que haya lo que ni existe en el Primer Mundo: “un programa para captar a las pacientes con malformaciones congénitas prenatales como parte del Modelo de Salud, Familiar y Comunitario impulsado por el Ministerio de Salud”.

III
Más insoportable aún es que Nicaragua sea el país con el mejor índice de seguridad ciudadana en Centroamérica, y no la “Suiza de América”: apenas hay 7 homicidios por cada 100 mil habitantes, informó el Comisionado General Jaime Vanegas.

Estas noticias deberían ser las de Nicaragua, de acuerdo a la línea inquisitorial de la Industria Corporativa del Falso Testimonio que cierra sus ojos mercantiles ante la debacle del modelo colonialista: “Costa Rica encabeza el crecimiento en la tasa de homicidios en América”, tituló el Semanario Universidad, el 19 de enero pasado.

“El reporte de asesinatos del 2022 fue el más alto de la historia del país: una cifra 66,5% mayor que la del 2012, para una tasa récord de 12,6 por cada 100.000 habitantes, mientras los registros del 2023 ya lo superan en un 30%”.

“El País”, de España, remató el 24 de marzo: “Costa Rica pierde su paz”.

Y sin sanciones, sin injerencias, sin golpes de Estado, sin mercenarios, sin vendepatrias, sin las malas artes de la OEA, sin politiqueros vergonzantes disfrazados de oenegés, sin partidas millonarias para la desestabilización y sin el sistemático asesinato de la reputación de los emporios mediáticos…

Si los sandinistas hubieran respetado la “enorme obra” de los gobiernos neoliberales, y dejar el país a como lo encontraron, Europa recibiera con alfombra roja al comandante Ortega.

¿Qué le costaba conformarse con los 2 mil 439 kilómetros de las estrechísimas carreteras pavimentadas, y el 30% medio transitable?

Ah, no, se dedicó a “ajochar” a Occidente con una “insultante” red vial superior a los 5 mil kilómetros, con extensos tramos de 3-4 carriles, que ubica al país en el quinto lugar de América Latina con carreteras de lujo.

Para “colmo”, lo que no hizo España ni la oligarquía que desovó en 1821 –483 años de desidia–, su Administración en menos de tres años unificó el Caribe con el Pacífico.

Y si no se hubiera maltratado el hermoso dato 2006 del 53% del territorio nacional conectado a los apagones, y la otra mitad del país en la tiniebla literal, oficial y moral, Daniel Ortega y Rosario Murillo fueran glorificados como los “demócratas” más ejemplares del continente por “Freedom House” y tutti quanti.

Sin embargo, aceleraron el “deterioro de la democracia” con la ejecución de la operación más gigantesca de “compra de conciencias” del GRUN, al cumplir y cubrir el 99.3% del país con el inicial mandato bíblico: Hágase la luz para 6.68 millones de nicaragüenses.

¡Casi toda la población del país!

Ahora, que desde el espacio la Estación Internacional vea un país radiante de Dignidad Nacional y no la oscura Banana Republic de antaño, ¿convierte a la nación en una “amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos”?

Sería la primera vez en el mundo que por suscitar la Patria del General José Santos Zelaya el amor al prójimo, y sin ninguna acepción de personas como alienta Jesucristo, se considere una Declaración de Guerra.