Daniel Ortega: «El camino no es la guerra, es la paz y el diálogo»

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El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo en su alocución que en la plaza se reunieron "familias de esta patria de Diriangén, de Darío y de Sandino"

Ortega dijo cómo de abril a mayo, de mayo a junio y de junio a este 19 de julio se han visto tiempos difíciles, pero que una vez más la paz es para todos los nicaragüenses. "Ha sido una batalla dolorosa, dolorosa porque hemos enfrentado una conspiración armada… y financiada por fuerzas internas que todos conocemos y por fuerzas externas que totalmente identificamos. Ellos mismos se hacen cargo de dar a conocer el financiamiento que les dan a estros grupos", refirió.

Luego explicó cómo Nicaragua vivía un proceso de estabilidad, de crecimiento económico, de salud, educación, calles para el pueblo y otros avances para el progreso del país. Por 11 años se mantuvo ese nivel de crecimiento.

"Pero ellos no podían permitir que la revolución se siguiese consolidando… la fortaleza de la revolución residía en la paz, la seguridad, la estabilidad (…) que permitía a la vez que creciera la economía en beneficio de los pequeños productores, en beneficio de los vendedores ambulantes, en beneficio de los campesinos, en beneficio de los grandes productores, de la gran empresa, del gran capital… todos se beneficiaban", explicó el Presidente.

"Para que hubiese ese crecimiento económico había que tener paz y seguridad. La conspiración dijo: que hay que acabar la paz para que se destruya la economía, se destruya la revolución, para que se destruya el gobierno sandinista", agregó.

Bajo ese modelo de intervencionismo es que Daniel detalló cómo es que se venían fortaleciendo grupos antigobierno con organismos, agencias norteamericanas y otros para comenzar a trabajar las redes sociales. De esa manera dijo cómo se fraguó el mecanismo de campaña con lo del incendio en la Reserva Indio Maíz, con el fin de culpar al Gobierno.

Daniel dijo que así fue cómo comenzó el modelo del golpe de estado, porque así continuaron armándose bajo la cobertura de protestas cívicas, esas mismas que eventualmente terminarían asesinado al hijo de una militante sandinista, al punto de quemarlo como cualquier práctica diabólica

"La protesta cívica era nada más el pretexto (…) Fueron instalando a los armados en puntos de terror donde se instalaron centros de tortura, utilizaron las universidades para instalar centros de tortura, para asesinar", dijo Daniel.

Dijo también que todo comenzó con lo de la reforma a la seguridad social del INSS; para luego servir de pretexto con incendios, saqueos, ataques y crímenes contra el pueblo nicaragüense.

Aún así refirió que el Gobierno se armó de paciencia, evitando caer en la provocación y se retiró el decreto de la reforma, aunque no sirvió porque los golpistas continuar con su campaña violenta.

"Fueron sacando las uñas… se fueron quitando las máscaras.. y terminaron diciendo: Tienen que irse ya", eso sorprendió a la Presidencia, explicó Daniel, porque miró que el papel de mediadores de los obispos no fue cumpliéndose sino que se inclinaba a una estrategia que seguía intereses golpistas y de desestabiización.

"Yo pensaba que eran mediadores (…) Pero estaban comprometidos con los golpistas. Me duele decir esto, porque les tengo aprecio. Soy católico, pero ahí ellos piden condiciones (…) No acaban de entender que una mediación es para acercar a escuchar dos partes y no tomar partida", señaló Daniel Ortega.

"Me llené de paciencia", exclamó Daniel cuando leyó la carta que le enviaron como supuestos mediadores del Diálogo Nacional, pero instó que esperan que puedan reflexionar para retomar los caminos del bien común.

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Daniel dijo a la vez que en los momentos del Diálogo Nacional no se hablaba con sinceridad de eliminar los tranques, parecía que no les gustaba y que por eso no llegaban a acuerdos concretos por la verdadera paz.

El Presidente de Nicaragua igualmente fue fuerte al indicar que muchos miembros de la Iglesia desgraciadamente se prestaron al juego del golpismo, incluso al punto de guardar armas y bombas en los templos religiosos.

De esta manera el presidente Daniel Ortega hizo un llamado a que esos obispos exorcizen a esas personas que están satanizadas y llenas de odio para atacar a nicaragüenses, cometiendo barbaries. 

El camino no es la guerra, es la paz y el diálogo, manifestó Ortega, reiterando que el camino del Gobierno es que seguir restaurando los caminos de comunicación y reconciliación

Daniel agradeció el apoyo de los pueblos de Cuba y Venezuela, que sirven de ejemplo de cómo los gobiernos progresistas resisten los embates del imperialismo

Finalizó diciendo que el Gobierno sandinista seguirá siendo sembrador de paz, defensor de la paz y que seguirá lleno de fe conquistando más victorias, a la vez de conmemorar el 39 aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista.