China honra a los 90 mil muertos víctimas del terremoto de Wenchuan

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Beichuan (China), 12 may (EFE).- Miles de personas viajaron hoy a las localidades que el 12 de mayo de 2008 quedaron arrasadas por el terremoto de Wenchuan (suroeste), el peor sufrido por China en los últimos 40 años, para honrar a los 90.000 muertos y desaparecidos en aquella catástrofe natural.

Muchos de estos actos individuales de homenaje se celebraron en las ruinas de la ciudad de Beichuan, donde se produjo el mayor número de víctimas (unas 20.000), y que las autoridades chinas decidieron mantener casi intactas a modo de macabro monumento en recuerdo del devastador seísmo.

Con motivo del aniversario, el presidente chino, Xi Jinping, envió hoy una carta abierta a los responsables de prevención de desastres naturales del país en la que pidió el constante estudio de estos procesos para evitar en el futuro tragedias como la de Wenchuan.

"El estudio de las leyes naturales no tiene fin, y la prevención y reducción de los desastres, así como la atención a las víctimas, son cuestiones eternas para la supervivencia y el desarrollo del pueblo", señaló Xi en el documento.

En Beichuan, bomberos, soldados, policías y otros responsables de protección civil que participaron en las tareas de salvamento de 2008 hicieron hoy ofrendas ante los edificios en ruinas, depositando crisantemos amarillos y haciendo reverencias junto a la explanada donde cientos de víctimas quedaron enterradas hace una década.

"Fueron los días más difíciles de mi vida, teníamos que caminar hasta los restos de Beichuan cada día con el peligro de que nos cayeran grandes piedras desde las montañas. Pero salvamos decenas de vidas", cuenta a Efe el bombero cantonés Fu Xiaohua, quien junto a sus colegas, vestidos de uniforme, visita hoy las ruinas.

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También rindieron homenaje a los fallecidos miles de vecinos de localidades cercanas de la provincia de Sichuan, así como viajeros de otras zonas del país que en 2008 acudieron a Beichuan como voluntarios, llevando comida, mantas y otros efectos de ayuda humanitaria.

"Recuerdo que vi las noticias del seísmo en la televisión, y al principio no pensé que fuera a ser tan grave, pero días después decidí venir a ayudar", cuenta Ju Genbao, un voluntario de la provincia oriental de Shandong quien desde entonces visita a menudo Beichuan para recordar a las víctimas de la catástrofe.

Son muchos los habitantes locales que acuden hoy con sus niños, nacidos después del desastre, para que sepan que las bellas tierras montañosas de la provincia de Sichuan, hogar de los osos panda, a veces pueden ser crueles, por lo que hay que estar siempre prevenidos.