Rusia, anfitriona descortés, vence ahora a Egipto

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Rusia está resultando bastante descortés con sus invitados. Los ataca hasta doblegarlos sin muchas contemplaciones.

La selección anfitriona del Mundial derrotó 3-1 a Egipto el martes, para quedar prácticamente clasificada a los octavos de final, con seis puntos y una deslumbrante diferencia de goles de más siete.

Tras un primer tiempo para el bostezo, Rusia se acordó de dónde había dejado la pólvora a la que recurrió para endilgarle un 5-0 a Arabia Saudí en el duelo que marcó la apertura de la Copa del Mundo.

Ahmed Fathy hizo una contribución clave para el despertar ruso con un gol en su propio arco a los 47 minutos. Denis Cheryshev fue el autor del segundo tanto a los 59, para llegar a tres e igualar a Cristiano Ronaldo como máximo artillero del certamen.

Artem Dzyuba hizo el tercero a los 62, para deleite del público en San Petersburgo.

Mohamed Salah volvió a la selección egipcia tras mirar desde el banquillo el primer compromiso, una derrota por 1-0 ante Uruguay, al estar resentido todavía de una lesión de hombro. Pero la única ayuda que pudo dar el astro del Liverpool consistió en conseguir que le cometieran un penal, ratificado por el videoarbitraje y convertido por él mismo a los 73 minutos, para el tanto de la honra.

Así, Egipto está prácticamente eliminado, sin puntos. Uruguay podría dejar resuelto de manera anticipada el Grupo A este miércoles, si vence a Arabia Saudí en Kazán.

La selección egipcia no había disputado un mundial en 28 años, y las esperanzas de muchos de sus 100 millones de habitantes se nutrieron al ver que Salah estaba en la alineación de inicio, tres semanas y media después de que un roce con Sergio Ramos le provocó la lesión en la final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid.

Pero desde el comienzo, quedó claro que el atacante estaba muy lejos de su mejor forma física. Y Egipto no ha conseguido un triunfo en sus últimos seis encuentros mundialistas.

En cambio, Rusia está a punto de avanzar más allá de la fase de grupos, algo que no logra desde la era soviética.

Cherysev, quien llegó al Mundial como un actor secundario, se ha mostrado letal frente al arco. Su nuevo tanto llegó mediante un tiro a boca de gol, tras un centro de Mario Fernandes a los 59 minutos.

Dzyuba marcó tras controlar con el pecho un largo balón que le prodigó el zaguero Ilya KUtepov. Tras sacudirse la marca de un rival, definió combado y rasante