Rusia comienza la adecuación de un parque para proteger al tigre siberiano

rusia

Moscú, 29 sep (EFE).- Rusia inició hoy la adecuación de un parque situado en una isla frente a la ciudad de Vladivostok, en la costa rusa del Pacífico, que estará dedicado a proteger al tigre siberiano, especie en peligro de extinción.

El parque, que tendrá 16 hectáreas de extensión en la isla Russki, acogerá a aquellos tigres que, por un motivo u otro, no pueden regresar a la naturaleza salvaje y tienen que vivir en cautividad.

Con todo, las condiciones de vida en el parque se parecerán lo más posible a su hábitat natural, que son los bosques que se encuentran entre Rusia, China y la península de Corea, según medios locales.

El parque incluirá un museo dedicado al estudio y conservación del felino más grande del planeta, un centro de investigación científica y zonas educativas y de acceso para todos los públicos.

El nuevo gobernador de la región de Primorie, Oleg Kozhemaiko, explicó que "dentro de tres años" los tigres encontrarán en este parque insular "las condiciones más confortables".

La ceremonia coincidió con el Festival Internacional "Día del Tigre" que se celebra hoy y mañana en Vladivostok y en el que se leyó un telegrama del presidente ruso, Vladímir Putin.

Putin, un amante de la fauna salvaje que ha puesto un gran interés en la protección del conocido en Rusia como "tigre del Amur" o "tigre del Ussurisk", recordó que "hasta hace poco el tigre se encontraba al borde de la extinción".

"En cambio, en los últimos tiempos se han logrado resultados destacados", señaló, en referencia a que, según los expertos, la población se ha estabilizado en torno al medio millar.

Putin sostiene que Rusia es el único país del mundo donde la población de dicho animal aumentó en el siglo XX, entre otras cosas debido a que el Gobierno ha prohibido la tala de los bosques de cedro coreano, hábitat de los jabalíes, una de las presas preferidas del tigre.

En una cumbre en San Petersburgo en 2010, los gobernantes de Rusia, China, la India y otros diez países asiáticos firmaron una histórica declaración en la que se comprometieron a duplicar la población mundial de tigres para 2022.