Al menos 6 muertos y 74 heridos por incendio en Londres

Londres, 14 jun (EFE).- Al menos seis personas han muerto y 74 están heridas, veinte de ellas en estado crítico, tras el incendio que ha arrasado durante la noche un edificio de viviendas en el oeste de Londres, una cifra de víctimas que las autoridades temen que aumente en las próximas horas.

Los bomberos siguen con las tareas de extinción de los restos del fuego en la torre Grenfell más doce horas después de que se declarara el incendio, sobre las 00.15 GMT, por causas aún desconocidas, y la Policía cree que todavía puede haber personas que quedaron atrapadas en el inmueble y no han sido localizadas.

Más de 250 bomberos, un centenar de médicos y otros cien policías se desplazaron de madrugada al edificio, de 24 plantas y con 120 viviendas, donde presumiblemente había cientos de personas en el momento en el que comenzó el fuego.

La Policía acordonó inicialmente el edificio ante el miedo a que se pudiera derrumbar, aunque un ingeniero de estructuras comprobó el estado del inmueble esta mañana local y dio luz verde a los equipos de rescate para continuar con sus labores en el interior.

Testigos narraron cómo durante la noche se vieron luces de teléfonos móviles (celulares) y linternas en los pisos superiores, donde podrían haber quedado atrapadas personas que pedían ayuda, mientras que algunos adultos lanzaban a niños por las ventanas en un intento de salvarles la vida.

Una vecina del inmueble, Samira Lamrani, relató cómo desde la calle podía ver a "gente en las ventanas, golpeando frenéticamente y gritando", mientras otras personas desde la calle intentaban tranquilizarlas.

La responsable del Servicio de Bomberos de Londres, Dany Cotton, afirmó en una comparecencia ante los medios que se trata de un incendio "sin precedentes" en la capital británica, como no ha visto en veinte años de carrera.

El Ayuntamiento del distrito de Kensington y Chelsea, donde se encuentra el edificio, señaló en un comunicado que su principal objetivo por el momento es dar apoyo a las operaciones de rescate.

"Las causas del fuego tendrán que ser investigadas a conciencia" una vez finalicen las tareas de los equipos de emergencias, indicó el primer edil del distrito, Nick Paget-Brown.

Rydon -empresa de construcción que en 2016 rehabilitó el exterior del bloque de pisos, construido originalmente en 1974, por valor de 8,6 millones de libras (unos 9.700 millones de euros)- aseguró en un comunicado que el edificio "cumplía todos los estándares" legales.

Un portavoz de la asociación de residentes de la torre Grenfell, David Collins, dijo sin embargo a la cadena pública BBC que los vecinos habían comunicado en varias ocasiones a los administradores de la finca y el Ayuntamiento de Kensington y Chelsea sus temores sobre la seguridad del bloque.

El Grupo de Acción de Grenfell, que vela por los edificios de protección oficial y los servicios públicos del barrio de Kensington y Chelsea, colgó un mensaje en su blog en el que afirma que también había alertado a las autoridades, pero sólo encontró "oídos sordos".

"Predijimos que una catástrofe como esta era inevitable y solo era cuestión de tiempo", señaló el grupo.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, resaltó que hay "preocupaciones genuinas y razonables que se han planteado durante la noche" y consideró que es "muy importante que esas cuestiones reciban una respuesta".

Khan recalcó la necesidad de que las personas que viven en torres de viviendas similares al edificio Grenfell en el Reino Unido reciban garantías de que se cumplen las medidas de seguridad.

"Hay bloques de viviendas en todo Londres y en todo el país, y son responsabilidad de los distritos o de compañías de gestión privadas. Es importante que la gente tenga las garantías de que esas torres son seguras", según el alcalde.

La primera ministra británica, Theresa May, se declaró a través de un portavoz "profundamente entristecida" por la "trágica pérdida de vidas" en el incendio.

Londres se enfrenta al drama en la torre Grenfell la misma jornada en la que reabrió el mercado de Borough, en el este de la capital británica, once días después del atentado terrorista que dejó 8 muertos y 48 heridos.