TITUSVILLE, Florida, EE.UU. (AP) — Un niño quería un muñeco de peluche a toda costa: por eso se introdujo en la máquina expendedora en la sala de juegos de un restaurante, y allí quedó atrapado.
Afortunadamente, el bombero Jeremy House en su día libre también cenaba en el restaurante Beef O'Brady en Titusville, sobre la costa atlántica de Florida, Estados Unidos.
Gritó que alguien llamara al 911 y sus colegas de una estación cercana le ayudaron a rescatar al pequeño Mason.
“Pudo entrar, pero evidentemente no podía salir por donde entró”, dijo el jefe de la estación, Gregory Sutton, a The Associated Press.
Mason aguardó sentado sobre los muñecos mientras los bomberos lo sacaban, proceso que tomó apenas cinco minutos.
Sutton dijo que el menor de edad estaba avergonzado, pero ileso. La máquina sufrió daños menores.
Otra noticia reciente protagonizada por un niño en Estados Unidos ocurrió en la Ciudad de Nueva York, luego que un menor hispano de 11 años de edad muriera este martes al caer en un estanque congelado de Queens. Su objetivo era salvar a su amigo de 12 de edad, que había caído antes a las heladas aguas, dijeron los bomberos.
El menor, descrito por una vecina como “un héroe” por haberle salvado la vida a su amigo, fue identificado como Anthony Pérez, y junto a su amigo caminaban por Forest Park tras salir de la escuela cuando decidieron caminar sobre el estanque cuya superficie estaba congelada aunque con una fina capa de hielo.
Según los Bomberos, los niños caminaron por el estanque hasta una distancia de 50 metros cuando la capa de hielo cedió y el niño de 12 años cayó al agua.
