Constancia, dedicación y fortaleza son las tres palabras que definen el caminar de Osman Alfredo Jarquin Medrano durante los años que estudió su secundaria en el Sistema Penitenciario de Granada.
Este 10 de diciembre, Osman, junto a 23 compañeros más, recibe su título de bachiller, de manos de las autoridades del Ministerio de Educación.
«Doy gracias a Dios, porque él me ha dado la oportunidad de ser excelencia académica y cruzar esta meta. Mi título de bachiller está dedicado a él. Dios, mi mamá y mi esposa me han dado la fuerza para seguir estudiando, desde primer año «(de secundaria).
Visiblemente emocionada, su mamá Maritza Medrano afirma sentirse «bendecida por Dios, espero que mi hijo pueda seguir adelante, luchando. Tiene tiempo de estar aquí, estudiando para salir adelante. Si Dios lo permite, cuando salga libre, que siga estudiando, yo lo apoyaré y lo ayudaré».
Amor y apoyo, los mejores elementos para la enseñanza
El amor y el apoyo emocional son claves para el proceso de aprendizaje de los internos. Elieth Auxiliadora Espinoza, pareja sentimental de Osman, relata que él siempre le decía que iba a dedicarle el primer lugar; a la vez que tuvo miembros oscuros «en los que me decía que ya no podía más. Yo lo motivaba, él me decía que ya no podía más, pero yo le decía que le pidiera a Dios la sabiduría y la fortaleza y que no se rindiera».
El Ministerio de Educación en conjunto con el Sistema Penitenciario de Granada ofertan todas las modalidades educativas, desde alfabetización hasta secundaria, con la finalidad de que los internos puedan completar su formación estudiantil.
También se ofertan cursos con INATEC y se está gestionando la posibilidad de contar con licenciaturas dentro del penal, con la finalidad de completar la formación académica en todos los niveles.
