Acusan a peregrinos por muertes en estampida de La Meca

Arabia Saudita, bajo una creciente presión para explicar una estampida que dejó más de 700 muertos en la peregrinación a La Meca, sugirió el viernes que algunos fieles que no cumplieron las normas de control de multitudes tenían parte de la culpa por el peor desastre ocurrido en esta celebración en 25 años.

Irán, rival regional del reino, expresó su indignación por las muertes de 131 de sus ciudadanos en la mayor concentración anual de personas en el mundo, la peregrinación musulmana del Haj, y políticos en Teherán sugirieron que Riad era incapaz de manejar el evento.

En un comunicado publicado en la página web de su ministerio, el titular de Salud, Khalid al-Falih, dijo que se llevaría a cabo una investigación rápidamente y se calcularía una cifra final de muertos y heridos. Al menos 863 peregrinos resultaron heridos.

«Las investigaciones sobre el incidente de la estampida que tuvo lugar en Mina, que fue quizás porque algunos peregrinos se movieron sin seguir las instrucciones de las autoridades relevantes, serán rápidas y se anunciarán como ha pasado en otros incidentes», dijo el comunicado.

Falih señaló que los heridos estaban siendo trasladados a hospitales en La Meca, y si era necesario a otras partes del país.

Las declaraciones de Falih probablemente sean vistas por los críticos al reino como un intento por desviar la responsabilidad del incidente.

La seguridad durante el Haj es un tema políticamente sensible para la dinastía Al Saud gobernante en Arabia Saudita, ya que la familia se presenta internacionalmente como guardianes del Islam ortodoxo y custodios de los lugares sagrados de La Meca y Medina.

Ante las imágenes de pilas de cadáveres circulando en los medios sociales y los peregrinos buscando frenéticamente a sus compatriotas desaparecidos, el esfuerzo por destapar los hechos y atribuir responsabilidades probablemente se volverá más intenso y más político.

PROTESTAS DE IRÁN

El rey saudí Salman ordenó una revisión de los planes del «Haj» después del desastre, en el que dos grupos grandes de peregrinos chocaron en un cruce en Mina, a pocos kilómetros al este de La Meca, cuando iban a participar en el ritual de «apedreamiento del diablo» en Jamarat.

El presidente iraní, Hassan Rouhani, quien se encuentra en Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, también culpó a Arabia Saudita por el incidente.

«Pido al Gobierno saudí que asuma la responsabilidad por esta catástrofe y cumpla con sus deberes legales e islámicos en este asunto», sostuvo Rouhani en una declaración publicada por la agencia de noticias IRNA.

En Teherán, una multitud participó en una protesta durante las oraciones musulmanas del viernes a mediodía. La televisión saudí dijo que los manifestantes estaban expresando su enojo por «la incapacidad y la incompetencia de los saudíes para organizar el Haj».

MINA, Arabia Saudí (Reuters)