Irak recupera territorio en manos de Estado Islámico

Fuerzas iraquíes recuperaron el domingo territorio en manos de Estado Islámico cerca de Ramadi, mientras que en Siria el grupo islamista había ejecutado a cientos de personas en la histórica ciudad de Palmira.

Las tomas de Ramadi y de Palmira, ubicadas en extremos opuestos del territorio que controla Estado Islámico, son el mayor éxito del grupo desde que una coalición que lidera Estados Unidos lanzó una ofensiva aérea contra el grupo el año pasado.

«Las fuerzas iraquíes no mostraron voluntad de luchar», dijo Carter a la cadena CNN. «Superaban ampliamente a la fuerza enemiga y así y todo se retiraron del lugar».

El Gobierno iraquí, junto con milicias chiíes apoyadas por Irán y por combatientes suníes reclutados localmente, lanzó una contraofensiva el sábado, una semana después de perder Ramadi.

Un mayor de la policía y un combatiente tribal suní pro Gobierno en la zona dijeron que habían recuperado la ciudad de Husaiba al-Sharqiya, unos 10 kilómetros al este de Ramadi, que aún seguía en mano de los insurgentes.

«Hoy recuperamos control de Husaiba y se están planeando estrategias para lograr más avances para repeler a los combatientes de Estado Islámico», dijo Amir al-Fahdawi.

«El avance de hoy adelantará (…) un gran avance para recuperar el control de Ramadi», sostuvo Fahdawi, agregando que aviones estaban bombardeando posiciones de Estado Islámico en la rivera opuesta del río Éufrates.

EJECUCIONES MASIVAS

Días después de tomar el control de la ciudad de Ramadi, los militantes entraron el miércoles a Palmira, ciudad de 50.000 habitantes y que alberga algunas de las más grandes y mejor conservadas ruinas romanas.

Medios estatales sirios reportaron que los combatientes mataron al menos a 400 personas en Palmira desde su captura. No fue posible confirmar de inmediato estas cifras, pero son consistentes con los informes de activistas.

Los militantes musulmanes suníes proclamaron un califato en los territorios que controlan en Siria e Irak. Tienen un historial de llevar a cabo asesinatos masivos en las ciudades que capturan y de destruir monumentos antiguos que consideran una muestra de paganismo.

«Los terroristas mataron a más de 400 personas (…) y mutilaron sus cuerpos, bajo el pretexto de que cooperaron con el Gobierno y no siguieron sus órdenes», dijo la agencia estatal de noticias de Siria, citando a residentes dentro de la ciudad.

Washington apoya al Gobierno iraquí pero se opone al de Bashar al Assad en Siria, lo que dificulta armar una coalición unida contra Estado Islámico.

Estados Unidos también teme que la respuesta de Bagdad de enviar milicias chiíes al área para una contraofensiva pueda alimentar la violencia sectaria y apoyar los argumentos de Estado Islámico, que afirma quiere defender a los suníes contra el Gobierno chií de Bagdad.

La guerra civil en Siria ya lleva unos cuatro años. En el conflicto han muerto unas 250.000 personas y otros 8 millones se han quedado sin hogar.