La manifestación organizada por la ONG «Río de Paz» celebrada en la playa de Copacabana en la mañana de este domingo para protestar por el asesinato esta semana del niño de 10 años, Eduardo de Jesús Ferreira, por la policía del Complejo de Alemao, apenas consiguió reunir a 20 personas.
A pesar del escaso éxito de la convocatoria, la cual llegó a tener 600 personas confirmadas en Facebook, la marcha prosiguió según lo programado recorriendo una parte del famoso «calçadao»(paseo) de Copacabana simulando un cortejo fúnebre que culminó con la colocación simbólica de una gran cruz negra en la arena, en total el acto apenas duró 30 minutos.
Paralelamente, los padres del menor embarcaron este mismo domingo en dirección al municipio de Corrente, en el estado nordestino de Piauí, donde será enterrado el pequeño Eduardo por cuenta del gobierno del estado de Río de Janeiro que se ofreció a financiar el costoso traslado y entierro a la familia.
El próximo miércoles, una gran manifestación que ya ha convocado a más de 10.000 personas a través de las redes sociales, marchará hasta el Palacio de Guanabara, sede el gobierno en Río de Janeiro, para exigir el fin del actual concepto de Unidades de Policía Pacificadora (UPP) bajo el lema «Paren de inmediato la guerra en la periferia».
