¡La pagó caro! Herrero de Argentina es descuartizado por su mujer

¡La pagó caro!: Herrero de Argentina es descuartizado por su mujer
Foto: ¡La pagó caro!: Herrero de Argentina es descuartizado por su mujer / Cortesía

Una mujer cortó en pedazos a su ex pareja, un herrero de 56 años; luego que este abusara sexualmente de hijas de distintos matrimonios en Argentina.

Daniel Tomás Silvero, es el ahora occiso, a quien denunciaron por 2 presuntos abusos sexuales que quedaron archivados. Uno en el año 2010, de su hija biológica; y otro en el año 2019 de la hija de su actual pareja.

Así mismo, la ex pareja del agresor quedó arrestada ayer junto a sus 2 hijos carniceros, a quienes se les acusa de haber cometido el crimen; según fuentes oficiales de la localidad.

¡La pagó caro!: Herrero de Argentina es descuartizado por su mujer
Foto: ¡La pagó caro!: Herrero de Argentina es descuartizado por su mujer / Cortesía

Además, el hecho salió a la luz tras el hallazgo de restos humanos mutilados en el basurero de la localidad. La reconstrucción del caso dio a conocer que el hombre tenía 2 causas judiciales; una de las cuales se señala como el posible motivo del homicidio.

El herrero expresó que sufría de violencia doméstica en Argentina

Al momento de ser puesta tras las rejas, Laura Marcela Campos expresó el crimen, pero los oficiales tienen que confirmar la versión, porque aún no es legal ante la ley. La mujer señaló que mató a golpes a su ex pareja y que luego descuartizó su cuerpo y esparció su huesos por varios puntos.

Por medio de la televisión, Daniela, una de las hijas de Silvero dijo que ella y sus hermanos no tenían «ningún vinculo» con la mujer detenida, quien contrajo matrimonio con su padre hace 2 años.

También contó que su padre visitaba a su primera familia y dijo que el hombre manifestó en más de una ocasión que peleaba con su actual esposa; que había violencia doméstica y que le robaban.

Por otro lado, Milagros, la joven de 25 años que denunció la desaparición de su padre; expresó este miércoles pasado que recibió un mensaje del teléfono «celular de su padre»; pero no confió en la veracidad del mensaje, pues tenía demasiados errores ortográficos.

El Heraldo