Prometiéndole una moto, primo la habría llevado a la prostitución

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La mamá de la víctima colombiana habló y reveló otros detalles escabrosos del hecho. Además, la policía dio a conocer las condiciones en que vivía la menor de edad.

Los dos presuntos proxenetas -el primo y su novio- mantenían secuestrada y drogada a la adolescente de 16 años de edad, en una habitación de un hotel de Pereira, Risaralda.

Desde hace un año había sido sacada de su hogar en Medellín por su familiar, según relató la madre de la víctima, cuya identidad se protege por exigencia del Código del Menor.

“El primo se la llevó con engaños diciéndole que se fuera para Pereiramoto, entonces él le dijo que allá, en menos de un mes, ella podía tener la moto que quisiera”, describió la mamá de la joven.

Además el mismo primo le ofreció una casa. Ya en Pereira, donde iba a cumplir sus sueños, se encontró con un monstruo.

“Cuando llegan allá le muestra la realidad, a qué fue. Le dijo que iba es a trabajar y que se arreglara para que atendiera a unos clientes y cuando ella ve que era para prostituirse, le dice que ella no lo quería hacer”, manifestó la progenitora de la adolescente.

 

Allí vino el encierro, pero también la empezaron a drogar para que no opusiera resistencia.

El coronel Jhon Sepúlveda, subdirector de Protección y Servicios Especiales de la Policía, dijo que “el mismo proxeneta le ubicaba los clientes en el parque y concretaban el precio y ella al momento de cobrarles esa plata se la tenía que dar a él. Ese ejercicio lo estaba desarrollando en dos hoteles”.

Para que atendiera a cada cliente, le suministraban casi tres dosis de marihuana.

“Le daba de contraprestación droga y estupefaciente para mantenerla durante el día y le decían que no había comida, que dependiendo del trabajo de ella era que ellos debían mantenerse en el día para comer y dormir”, relató el oficial.

Pero ni siquiera el sueño era digno.

“Ella dormía en el piso, en una colchoneta y el proxeneta dormía en una cama doble que había en la misma habitación, pero dormía con su pareja sentimental, otro caballero”, manifestó el coronel.

Fue toda una tortura hasta que varios ciudadanos descubrieron la realidad de la menor. Entonces la Dirección de Protección recopiló pruebas y rescató a la niña. Luego detuvo al primo y su compañero sentimental, así como a los administradores del hotel donde la niña era prostituida.

“Ellos debían de ejercer un control sobre todas las personas que ingresan, estableciendo el origen, los documentos, identidades y con quién ingresa”, explicó el coronel Wilson Morán, jefe de investigaciones de la Dijín.

Los dos hoteles entraron en proceso de extinción de dominio.