Beatifican a sacerdote italiano y a laico guatemalteco

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Guatemala, 27 oct (EFE).-El sacerdote italiano Fray Tulio Maruzzo Ofm y el laico guatemalteco Luis Obdulio Arroyo Navarro fueron beatificados este sábado en Guatemala, en un acto encabezado por el cardenal Ángelo Becciu, enviado del papa Francisco.

El acto, al que asistieron más de 10.000 feligreses, se realizó en el Polideportivo del municipio de Morales, en el departamento caribeño de Izabal, donde el sacerdote y el laico prestaron sus servicios.

Ambos fueron asesinados el 1 de julio de 1981 durante el conflicto armado interno que sufrió el país entre 1960-1996 en Quiriguá (Izabal) por defender las causas de los campesinos, los más desposeídos.

Becciu leyó la Carta Apostólica en la que el papa los inscribió en la lista de beatos y luego, en medio de aplausos, el cardenal develó una imagen de los dos mártires.

La beatificación de Maruzzo y Arroyo, según monseñor Domingo Buezo, obispo Vicario Apostólico de Izabal, "es un acontecimiento de gran alegría para toda la Iglesia Católica de Guatemala y la región".

Además, representa "una llamada a continuar la obra evangelizadora con un compromiso fuerte con los más pobres y más desposeídos", dijo el religioso.

Fray Tulio Maruzzo nació el 23 de julio de 1929 en la provincia de Vicenza (Italia) y llegó a Guatemala el 16 de enero de 1960 y trabajó en las parroquias del Sagrado Corazón de Puerto Barrios; luego en la parroquia de Entre Ríos y más tarde, el 28 de febrero de 1968, fue nombrado el primer párroco de la parroquia de San José en Morales, también en Izabal.

De buen carácter, pasaba largas horas escuchando a los campesinos, visitaba más de 50 aldeas y conocía a sus parroquianos por su nombre.

Pero cuando la situación social y política de Guatemala se iba agravando a finales de los años setenta, la violencia fue cobrando siempre más espacio en la vida social.

De acuerdo con la Iglesia Católica, en la región de Izabal se llevó a cabo una injusticia enorme relacionada con la tenencia de la tierra y los campesinos, provenientes de diferentes partes de la república, ocupaban en aquella época terrenos baldíos de la selva transformándolas en campos de cultivos.

Fray Tulio se propuso ayudar a los campesinos para que legalizaran las tierras que la cultivaban, lo que le valió amenazas de muerte y se convirtió en un obstáculo para los terratenientes.

El religioso fue acusado de colaborar con la guerrilla, por lo que sus superiores, temiendo por su vida, lo trasladaron a la Parroquia del Sagrado Corazón de Quiriguá.

Era el 14 de mayo de 1980. Allí conoció al catequista y colaborador parroquial Luis Obdulio Arroyo Navarro, laico oriundo de Quiriguá de 30 años de edad.

Luis Obdulio era muy dedicado al trabajo en la parroquia, donde manejaba el carro de los franciscanos y acompañaba a las aldeas.

A pesar de las amenazas, el guatemalteco no abandonó a Fray Tulio en sus visitas a las comunidades hasta que el 1 de julio de 1981, a las 22.30 hora local (04.30 GMT), cerca de las ruinas de Quiriguá, fueron emboscados y asesinados.

Durante el acto también se divulgó un cortometraje que narra la historia de los dos mártires, que están enterrados en la Iglesia Parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Quiriguá.