Voraz incendio arrasa con 90 viviendas precarias en Guatemala

Un incendio arrasó la madrugada de este viernes unas 90 precarias viviendas en la periferia oeste de la capital de Guatemala, sin víctimas mortales, en un asentamiento irregular de personas de escasos recursos, informaron los cuerpos del socorro.

 

El siniestro, cuyo origen investigan las autoridades, se registró en el asentamiento humano Los Pinos, zona 3 de la capital, colindante con el centro de la Ciudad de Guatemala, indicó un vocero de los Bomberos Voluntarios.

“Perdimos todo, nos quedamos sin nada”, comentó a periodistas una de las afectadas, Consuelo Fernández, quien indicó que las frágiles viviendas estaban construidas sólo con madera, plástico, cartón y láminas de zinc.

Otra de las afectadas, Miriam Pérez, afirmó que junto a sus vecinos no tienen otro lugar a donde ir y esperan construir de nuevo las viviendas en el mismo lugar.

Sin embargo, dijo que el área es un asentamiento invadido y que desconoce si las autoridades les permitirán construir de nuevo.

En la capital de Guatemala hay unos 300 asentamientos precarios debido a las condiciones de pobreza que afecta al 59% de los 16 millones de guatemaltecos, mientras que el 13% vive en extrema pobreza, según cifras oficiales. 

Una de la afectadas indicó que el incendio comenzó a la 1 de la madrugada, “salimos huyendo, sin poder sacar nada”, manifestó.

Añadió que el humo alarmó a los vecinos y sus pérdidas materiales ascienden a Q15 mil. También pidió ayuda con materiales para reconstruir su vivienda.  

Miriam Pérez, otra damnificada, manifestó que perdió todas sus pertenencias y que junto a sus vecinos esperan construir de nuevo las viviendas.  

Agregó que el área es un asentamiento y que desconoce si le permitirán construir de nuevo su casa.

En el área donde ocurrió el incendio viven unas 30 familias y según los afectados, las pérdidas materiales por vivienda superan los Q10 mil. 

“Escuchamos que tronaba y no tuvimos tiempo de sacar nuestras cosas”, relata un pastor evangélico José Cortez, quien añadió que su esposa Gavina Chibalán, está recién operada, pero por el siniestro junto a su familia pasaron la madrugada a la intemperie.  

En medio del desconsuelo, Cortez guarda la esperanza de que sus hijos rescaten algunas de sus pertenencias. “Se acabó todo, no tenemos nada”, manifiesta con la voz entrecortada a Prensa Libre