Costa Rica: Dueña de albergue de Escazú presa por supuesta agresión a ancianos

Una enfermera, dueña de un hogar geriátrico, fue detenida ayer por presuntamente atar a sillas de ruedas o camas a adultos mayores, así como suministrarles alimentos no adecuados.

La captura la ordenó la Fiscalía de la Plataforma Integrada de Servicios de Atención a Víctimas de Violencia (Pisav), luego de allanar el albergue Villa Amatista, en Escazú, San José.

La Fiscalía identificó a la presa como de apellido Rodríguez, de 32 años. A ella le atribuyen el delito de agresión física (ejercer contra un adulto una acción u omisión que afecte su integridad física), que es penado con prisión de uno a tres años.

También la vinculan con el delito de agresión psicológica (degradar o manipular las creencias de un adulto), sancionado con cárcel de uno a seis meses, según la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor. El Ministerio Público pidió imponer a la mujer la obligación de firmar una vez al mes y le prohibió tener contacto con ofendidos o sus familiares. El Juzgado Penal de Pavas no había resuelto esa gestión al cierre de edición.

Caso

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Este asunto, que se tramita en el expediente 14-000168-1197 -PE, se remonta a cuando el Pisav recibió una denuncia del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam) y otra de un particular. En las pesquisas, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que entrevistaron a familiares de pacientes, concluyeron que para tranquilizar a los ancianos, supuestamente los amarraban utilizando artículos no adecuados.

Al parecer, los alimentos que les suministraban no eran los correctos para su condición de salud. Alexánder Rodríguez Campos, abogado de la enfermera, dijo: “Las inconformidades con las personas que estuvieron en la residencia apenas se están investigando (…).

En el proceso demostraremos que no ha habido ninguna irregularidad ni en la atención ni en el diseño de los protocolos del centro”.

Afirmó que, por tratarse de una población vulnerable, estos adultos requieren contención. “Aquí hay personas que posiblemente tengan cuidado diferenciado por padecer esquizofrenia u otras enfermedades, que, evidentemente, no pueden ser controlados de la misma forma”, agregó.

Dijo que a algunos los amarraban con trapos, pero explicó: “ Se puede usar en algunos momentos y por espacios breves”.

AGENCIAS