Las 10 prostitutas más emblemáticas de la historia

No importa si con el tiempo la gente las ve como íconos religiosos, sociopolíticos o del arte, las mujeres que han alquilado su cuerpo para ganarse la vida siempre despiertan fascinación. Tal vez por eso el sitio de internet Nalgas y Libros publicó hace poco un listado con una corta hoja de vida de las diez prostitutas más emblemáticas de la historia.

La idea surgió luego de las quejas que recibió su anterior entrega: ‘Las cinco grandes prostitutas de la literatura universal’.

‘Tras la publicación de ‘Las cinco grandes…’, la gente comenzó a quejarse de que allí faltaban nombres. Claro que faltaban, solo habíamos elegido cinco; pero lo curioso es que casi todas las que el público recomendó a Nalgas y Libros añadir, eran de la vida real y no de la literatura. Por eso decidimos hacer la siguiente lista: ‘Las 10 prostitutas más emblemáticas de la historia’.

María Magdalena. Es mencionada en la Biblia y recordada como la prostituta que fue perdonada por Jesús. Tanto en el Nuevo Testamento canónico como en varios evangelios apócrifos se le nombra además como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Es considerada santa por la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa y la Comunión Anglicana, que celebran su festividad el 22 de julio.

Lucille LeSueur. Mejor conocida como Joan Crawford, se convirtió en una estrella de cine; sin embargo, cuando llegó a Hollywood en busca de su sueño se vio orillada a ejercer la prostitución. Era lesbiana y sus clientas siempre fueron mujeres. En 1999, el American Film Institute la situó como la 10.ª estrella femenina de la historia del cine de todos los tiempos. Murió en 1977.

Madame Pompadour. Mecenas de científicos y artistas, tuvo gran influencia en La Ilustración; llegó a ser una gran influyente cortesana de Versalles y luchó por los favores del rey Luis XV contra la duquesa de Chatearoux, quien terminó en un convento. Fue una de las principales promotoras de la cultura durante el reinado del rey que la prefirió siempre como su amante.

Scylla. Cuenta la historia que era la mayor prostituta de Roma. Retada por la emperatriz Mesalina a ver quién satisfacía a más hombres en una noche, pero aconsejada por el emperador Claudio, se dejó ganar para no ser asesinada; tiempo después salvó la vida del emperador.

Lorraine Page. Policía de Los Ángeles. Esta mujer se convirtió en prostituta por su adicción a las drogas. Se le conoció muy bien por sus ‘trabajos bucales’ a los conductores de Hollywood Boulevard por el precio de una dosis. Su fama proviene de la gran hazaña que tuvo al capturar a un asesino psicópata junto a sus excompañeros.

Belva Gaertner. Inspiración del personaje de Roxie Hart en el musical Chicago. Esta mujer era una ama de casa con doble vida. Tras asesinar a uno de sus clientes e ir a la cárcel, Belva conoció a Beulah Annan, mujer con la que se lanzaría al estrellato.

Teodora de Bizancio. Prostituta desde los 16 años, era famosa por su característico striptease. Esta mujer se convirtió en emperatriz de Bizancio cuando el príncipe Justiniano, heredero al trono, se casó con ella; decretó diversas leyes a favor de las prostitutas.

‘La Güera’ Rodríguez. Mujer criolla con especial belleza que fue pieza clave en la Independencia de México. Conocida por sus amoríos con Alexander Von Humboldt, Simón Bolívar y Agustín de Iturbide, a quien apoyó económicamente para llevar a cabo la independencia.

Julia Bulette. Era la madame del mayor burdel de Virginia City, de origen británico; sin embargo, cuando se desató una epidemia de tifus, convirtió su casa de citas en un hospital para cuidar a los pacientes junto a sus chicas; además de ser un refugio para esclavos fugitivos.

Bulette era una figura popular entre los mineros y los bomberos locales, quienes la hicieron miembro honoraria de Virginia Motor Company Número 1.

Fue asesinada por John Millain, un vagabundo y ladrón de joyas francés en 1867.

Victorine Meurent. Esta joven francesa comenzó a trabajar como modelo a los 16 años; no obstante, su necesidad la llevó a la prostitución; su fama se debe a que se convirtió en la amante y musa del pintor Edouard Manet; además de que con el tiempo ella también fue pintora, pero hasta el año 2006, solo una de sus obras ha sido hallada y se exhibe en las colecciones del Museo de Colombes (en Hautes-de-Seine) su comuna adoptiva.