Aspiraciones presidenciales de Platini, a prueba en la FIFA

Las menguantes posibilidades de Michel Platini de convertirse en presidente de la FIFA se ponían a prueba el viernes en una vista de ética por un pago de 2 millones de dólares que recibió por su trabajo como asesor de Joseph Blatter. Platini, que podría afrontar una sanción de varios años por conflicto de intereses, se ha negado a asistir a la vista en la sede de la FIFA.

Sus abogados han criticado «un proceso que considera como puramente político y dirigido a impedirle presentarse» a las elecciones del 26 de febrero a la presidencia del organismo que rige el fútbol mundial.

El abogado en parís de Platini, Thibaut d’Ales, llegó a la sede del organismo poco después de las 8:15 de la mañana (0715 GMT), 45 minutos antes de la hora prevista de la vista ante cuatro jueces del comité de ética de la FIFA.

Platini, presidente de la UEFA, era el favorito a suceder a Blatter hasta que los investigadores suizos le interrogaron en septiembre por una supuesta administración desleal del dinero de la FIFA.

El fiscal general suizo, Michael Lauber, abrió un proceso penal contra Blatter y dijo que la situación de Platini estaba «entre un testigo y una persona acusada».

Platini y Blatter fueron suspendidos más tarde de forma temporal por Joachim Eckert, juez de ética, a la espera de que se conozcan sus veredictos, previsto para la semana que viene. Eckert presidió el jueves la vista de Blatter, que duró casi ocho horas.

Incluso si Platini fuera absuelto, afronta resistencias de miembros de la UEFA para seguir adelante en su campaña por la presidencia de la FIFA.

«Simplemente necesitamos a alguien sobre el que no haya dudas», dijo esta semana Martin Glenn, director ejecutivo de la federación inglesa de fútbol. «La FIFA y el fútbol deben cambiar, y debe verse que cambian, así que creo que sería difícil si esa acusación no quedara totalmente desestimada, y creo que es bastante difícil hacer eso».

El caso gira en torno a un pago de unos dos millones de dólares de dinero de la FIFA recibido en 2011 en concepto de salario adeudado a Platini por su labor como asesor presidencial de Blatter entre 1999 y 2002.

Platini era vicepresidente de la FIFA y miembro del comité ejecutivo desde hacía ocho años cuando pidió por primera vez al organismo que saldara la deuda en 2010.

El acuerdo fue «un clásico conflicto de intereses», afirmó en una entrevista reciente con Associated Press el presidente del comité auditor de la FIFA Domenico Scala.

«El señor Platini ha pedido al presidente que le pague una cantidad prescrita, cosa que no debió hacer», dijo Scala. «Es su obligación revelar al comité ejecutivo que tienen un acuerdo de esa clase».

En entrevistas a diversos medios desde octubre, Platini y Blatter han dicho que el excapitán de la selección francesa pidió un salario de un millón de francos suizos. Tenía un contrato de 300.000 francos suizos, en línea con la estructura jerárquica de la FIFA en esa época, al que se sumaba un «acuerdo entre caballeros» de que recibiría el resto más tarde.

La ley suiza sólo obligaba a la FIFA a pagar el dinero aplazado en los cinco años siguientes.

Platini dijo al diario francés Le Monde que reclamó dos millones de francos suizos a la FIFA en 2011 porque se había equivocado y creía recordar que en el momento de su labor como asesor había cobrado 500.000 francos anuales, en lugar de 300.000.

Recibió el dinero en febrero de 2011, justo antes de la campaña electoral a la presidencia. El rival de Blatter en esos comicios, el catarí Mohamed bin Hammam, dijo semanas más tarde que estaba dispuesto a negociar un acuerdo para compartir el poder a condición de asegurarse los votos europeos.

Dirigida por Platini, la UEFA instó a sus miembros a votar por Blatter unas semanas antes de las elecciones de junio de 2011. Blatter terminó por presentarse sin oposición después de que Bin Hammam se viera implicado en un escándalo de sobornos.

Una sanción de tan sólo cuatro años probablemente pondría fin a la carrera de Platini, de 60 años, en la política del fútbol.

Su mandato en la UEFA expira en marzo de 2019 y una sanción de cuatro años obligaría a la confederación europea a elegir un nuevo líder, en lugar de elegir un sustituto interino.

Además, la FIFA ha introducido evaluaciones de integridad más duras para los candidatos a las elecciones que podrían impedir a Platini optar a más puestos directivos en el futuro.

Cualquier sanción impuesta por el comité de Eckert puede apelarse ante el comité de apelaciones de la FIFA y el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS). Esos casos se resolverían un mes antes de la reunión electoral de la FIFA en Zúrich.

Platini sí acudió la semana pasada a defender su caso personalmente ante el TAS en Lausana, donde pedía que se levantara su sanción provisional de 90 días. Su solicitud fue rechazada.