¿Has oído hablar de que hacer pis tiene otra utilidad además de eliminar las toxinas del organismo? Este hábito puede permitirnos detectar algunos problemas de salud, a través del color de la orina.
De acuerdo con la médica nefróloga brasileña del Hospital Nuestra Señora de las Gracias (HNSG), la Dra. Fabiana Contieri, la coloración, el aspecto y el olor de la orina pueden dar la señal de alerta sobre enfermedades y anormalidades en el cuerpo.
¿Qué dice el color de la orina?
La médica explica que la cantidad de agua consumida durante el día está directamente relacionada con la concentración urinaria. Si la persona bebe poca agua, la orina quedará más oscura, lo que puede demostrar deshidratación. Si la ingestión es adecuada, la orina quedará bien diluida, de color amarillo claro.
Otros aspectos a tener en cuenta son el olor y la espuma del pis. La especialista explica que la orina con olor está relacionada con infecciones del tracto urinario. Es importante percibir si el pis presenta más espuma de la normal, ya que puede significar la presencia de pérdida de proteínas o una enfermedad renal. Además, Fabiana alerta que la orina lechosa también puede significar infección.
¿Existe un color ideal?
Según la nefróloga, el pis sano debe ser amarillo claro, casi transparente, con el mínimo de espuma y sin olor. Además, al orinar, la persona no debe sentir ninguna molestia o dolor.
Colores de la orina: ¿qué indican?
Transparente: la persona bebe mucha agua, tal vez incluso esté exagerando con el consumo.
Amarillo pajizo muy claro: este color es normal.
Amarillo traslúcido: este color también es normal.
Amarillo oscuro: También es normal, pero hay que beber más agua.
Ámbar o miel: indica la deshidratación. Por lo tanto, la persona debe beber más agua.
Espuma efervescente: esta condición puede apuntar un problema renal o el exceso de proteínas en la dieta.
Naranja: este color puede indicar una falta de agua, o aparecer debido a la pigmentación de los alimentos. Si la coloración persiste, puede ser un problema en la vesícula o en el hígado.
Rosa/rojo: esta coloración también puede deberse a la alimentación. Si continúa, puede ser un problema de la próstata, vesícula, hígado, riñón, una infección o un tumor.
Parduzco: apunta a problemas hepáticos o deshidratación severa.
Azulado o verdoso: el color puede aparecer debido a la comida, un fármaco, o una infección bacteriana.
