Sus fundadores son Maxwell Chávez y Moisés Mena, vocal-guitarra rítmica y baterista respectivamente. Como suele pasar en nuestro país, ambos tocan en otros proyectos musicales, pero es en Tres Colores donde encontraron el espacio para poder explotar y potenciar ese gusto que sienten por las buenas vibras que transmite el reggae.
«Conocimos a los demás miembros cuando visitábamos de forma seguida el local de un amigo para hacer jammings gratuitos. De ahí hicimos un ensayo en donde hicimos covers de Los Cafres y Bob Marley a partir de ese momento sentimos que nos gustó y nos metimos de lleno al proyecto», señala Maxwell.
La idea del nombre surge de Maxwell, con el que trata de reflejar el conjunto de tres colores primarios de la luz: Rojo-Verde-Azul, los que «son suficientes para poder crear una amplia gama de colores nuevos. Y la mezcla para obtenerlos no es más que un proceso de cambio y transformación de la luz que percibe nuestro cerebro. Yo veo a Tres Colores como ese proceso de transformación y cambio», señala.
En el aspecto musical, cuentan con una energía que fluye desde sus instrumentos y vocales hasta el corazón del público. Así se siente cuando están haciendo un toque en vivo, donde las personas que han asistido, incluyendo a este servidor, quedan cautivados por la armonía que hay entre las guitarras, la percusión, el bajo y los demás instrumentos, apreciándose cómo cada quien tiene algo que aportar a la banda. Todos participan por igual y así crean una sinergia especial, que se traduce en canciones pegajosas en ritmo e inteligentes en contenido.
Así lo destaca también Julio Cajina, bajista. Para él, cada uno de los integrantes de Tres Colores aporta en cada canción desde su instrumento, además de hacer sugerencias a los demás. Cajina incluso tiene una canción que él mismo canta, por lo que en vivo cambia instrumentos con Maxwell, haciendo más evidente la cohesión y entendimiento que hay entre estos muchachos.
Las líricas y la música de esta banda es para crear consciencia, rescatando temas que no se les otorga la importancia que merecen. En sus rolas nos hablan de amor, la injusticia, el cuido de la naturaleza y medio ambiente.
Para este año, estos jóvenes quieren hacer más conciertos y darse a conocer de forma más masiva, promoviendo el reggae nicaragüense como un producto de calidad. Y esperan poder grabar más canciones y si es posible, hasta un video musical.
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