Corn Flakes: Cereales inventados para luchar contra la masturbación

Corn Flakes: cereales inventados para luchar contra la masturbación
Foto: Corn Flakes: cereales inventados para luchar contra la masturbación / Getty

En la actualidad, desayunar un plato de Corn Flakes con leche está al alcance de la mayoría de la población. Comercializado como un desayuno saludable, muy consumido por los más pequeños. Sin embargo, hace 100 años aproximadamente este alimento tenía un objetivo distinto.

John Harvey Kellogg era un médico muy estricto. Seguidor de la religión de los Adventistas del Séptimo Día. Este médico mantenía una dieta vegetariana, y evitaba el alcohol, el tabaco y la cafeína; Kellogg cuidaba su salud, de tal manera que John Harvey Kellogg, era célibe, el pensaba que la masturbación causaba severos problemas físicos y enfermedades como la atrofia en las articulaciones.

Según recoge también la versión digital del «Daily Mail», Kellogg ideó sus cereales a principios del siglo veinte como un desayuno «sano, listo para comer y efectivo para evitar la masturbación».

El estadounidense consideraba que la masturbación y el sexo, no eran saludable para el cuerpo, la mente ni el alma. Aparentemente, nunca consumó su matrimonio, siempre durmió en una habitación distinta a la de su esposa y adoptó a sus hijos para evitar estar con ella.

La lucha de los cereales contra la masturbación

Corn Flakes: cereales inventados para luchar contra la masturbación
Foto: Corn Flakes: cereales inventados para luchar contra la masturbación / Getty

Con todo, su verdadera lucha era contra la masturbación masculina, la cual podía generar según el propio médico hasta 39 dolencias tales como epilepsia, acné, mala postura, rigidez en las articulaciones, debilidad, falta de desarrollo o palpitaciones.

Por ello, Kellogg quiso combatir la masturbación mediante un sencillo método: la comida simple y sana. Y es que, según afirmaba, esta era capaz de reprimir los impulsos más primarios del hombre, al igual que un estilo de vida saludable. Por el contrario, creía que otros alimentos como las carnes lo aumentaban.

A finales del siglo XIX, John Kellogg y su hermano Will trabajaban en el Sanatorio de Battle Creek, un centro que seguía las normas adventistas. Los hermanos Kelloggs consideraban que los alimentos salados o picantes incrementaban la líbido, así que para los pacientes preparaban mucha comida basada en cereales con leche. Un día por casualidad dieron con el proceso para producir copos de maíz, que empezaron a servir a los enfermos como remedio anti masturbatorio.

abc.es