Un hombre se ha dado la tarea de espantarle los clientes al copropietario de un restaurante recién abierto en Alicante, España.
Ha colocado lápidas iluminadas con luces LED y dos ataúdes en el patio de su casa. «Con anterioridad colgaba sujetadores y pijamas frente a los comensales» afirma el copropietario Juan Carlos Villar.
Villar, relata que el vecino no deja de molestar, ha tratado de cubrir la vista al patio del vecino colocando una plancha blanca sobre el muro perimetral, pero el vecino se las ha arreglado para continuar molestándolo.
«Es egoísta de su parte intentar cerrar un establecimiento donde trabajan 9 personas, las cuales tienen familias que alimentar, cada mañana le pregunto ¿Qué será lo próximo?» cierra diciendo Villar.
AGENCIAS
