¿Dónde descansan las cenizas de Joan Rivers? Te sorprenderás

La fallecida comediante descansa alrededor del globo.

“Mi madre está en Inglaterra, Escocia, México, Wyoming y California, además de en tiendas y estudios. Está en lugares en los que nadie se esperaría que estuviese. Creo que le haría muy feliz saber que parte de ella sigue en mi armario, al lado de mis zapatos”, contó Melissa en el programa Today Show.

El pasado mes de mayo la familia Rivers pudo finalmente cerrar el contencioso legal que inició en 2015 al presentar una demanda por negligencia médica contra la clínica Yorkville Endoscopy de Nueva York, después de que los médicos encargados de la intervención de Joan realizaran supuestamente procedimientos no autorizados y fueran incapaces de reaccionar a tiempo para salvar la vida de la presentadora cuando sufrió un paro cardíaco, además de sacarse un selfie con ella cuando estaba anestesiada.

Aunque se ha conseguido llegar a un acuerdo del que se desconoce su apartado económico -se cree que podría incluir una indemnización de millones de dólares-, Melissa no siente que esa pequeña victoria le esté ayudando a sobrellevar mejor la pérdida de su madre.

“‘Pasar página’ es una expresión que se utiliza demasiado a la ligera. Yo no he pasado página, simplemente era el momento de dejar de mirar atrás para poder seguir adelante. Una de las maneras en las que estoy intentando superar todo esto es centrándome en presionar para que se cree algún tipo de ley. Voy a empezar en Albany y espero que pronto se convierta en un mandato federal con una regulación más estricta para este tipo de clínicas”, explicó la intérprete.

Otra de las estrategias que ha adoptado Melissa para tratar de superar su tristeza ha sido poner a la venta en una subasta online muchas de las pertenencias de Joan, aunque los objetos más personales tiene previsto conservarlos.

“Al principio decía que no me iba a deshacer de nada, que iba a guardarlo todo. Pero poco a poco, empiezas a hacer limpieza. Ahora quiero que alguien más tenga la oportunidad de querer y disfrutar de sus cosas. Me voy a quedar la taza donde ponía el cepillo de dientes, las cosas de su mesilla de noche, las que había alrededor de su bañera… Conservo cosas muy raras. He aprendido que mi madre era una gran ‘maximalista’. Si eres rico y acaparador, eres un ‘maximalista’. No hablo de que tuviese periódicos por el suelos o un montón de cosas para gatos, ¡pero tenía cosas guardadas por todas partes! Mi madre nunca vio una oferta que no le gustara”, recordaba en una entrevista a People.