¿Será peor beber un poco todos los días o sólo hacerlo el fin de semana?

 Si decides beber sólo el fin de semana…


El problema de beber sólo el fin de semana es la moderación. Una copa de vino que termina en un mojito y luego en tres shots de tequila nada tiene que ver con beber un sólo trago y luego quedarte feliz bebiendo jugo o agua. De hecho, eso que podrías consumir en sólo un par de horas puede tener efectos terribles sobre tu salud: las posibilidades de sufrir daños en tu hígado, por ejemplo, aumentan considerablemente. Por lo demás, tomando en cuenta que deberías utilizar parte de tu fin de semana para descansar y no parecer un zombie el lunes por la mañana, beber demasiado puede hacer que sufras de insomnio, problemas de la memoria o incluso que actúes de una forma que normalmente no escogerías.

Si decides beber varios días pero en pequeñas cantidades…


Si bien es cierto que beber en pequeñas cantidades y con regularidad disminuye el riesgo de sufrir de ataques cardíacos y diabetes y mejora la salud del cerebro, la verdad es que no es una excusa que puedas utilizar. El problema es el siguiente: si bien los beneficios son reales, sólo las personas mayores de 40 años los reciben por el sencillo hecho que las personas de 20 o 30 años están en perfectas condiciones de salud. De hecho, puede que incluso sea una mala idea beber tan a menudo, especialmente para las mujeres, ya que un reciente estudio indicó que aquellas mujeres con familiares que habían sufrido de cáncer de mama tenían mayores probabilidades de sufrir de la misma enfermedad.

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Al final la mejor opción es intentar beber lo menos posible, incluso si no es la solución que te más te agrada. Es bueno conocerte a ti mismo, saber sobre tus límites y los tipos de combinaciones que puedes realizar. Personalmente realizo mucho ejercicio, por lo que siempre estoy en riesgo de deshidratarme con facilidad. Por cada trago que pido, incluso si es vino, suelo pedir una botella de agua de 500 ml. Nadie nos dice que no disfrutemos, pero tenemos que ser honestos con nosotros mismos y reconocer que no necesitamos llegar a extremos para pasarla bien.