Tras una dura audiencia preparatoria de juicio, se dio lectura a la acusación que enfrentan ocho personas por haber participado en la muerte de Johan Omar Hunter el pasado 5 de agosto en una de las calles de Villa Canadá, Managua.
Estos acusaron al ahora fallecido de cometer un crimen y, sin prueba alguna, procedieron a golpearlo, amarrarlo y darle una estocada en la espalda que acabó con su vida.
Iniciado el juicio, comenzó el desfile de los testigos, donde en esta primera audiencia se evacuó la mayor cantidad de pruebas que señalan e inculpan a los acusados en los delitos.
Como primer testigo, fue presentado el capitán del distrito VI de la Policía Nacional, Rafael Gómez; quien estuvo a cargo de la supervisión del levantamiento de la escena y la identificación de los acusados a través de la testigo principal, la esposa del fallecido.
Detalles del crimen desde los Juzgados de Managua
«Ella se presentó y, como en cada caso, en lugar de relatar lo sucedido, le entregamos una carpeta con fotografías digitales, en la que uno a uno fue reconociendo a los supuestos responsables, desde los que lo agredieron físicamente, hasta la persona que le clavó la estocada en la espalda, huyendo todos del lugar después de lograr su cometido»; relató el capitán, desde los juzgados de Managua.
Agregó que, al momento de ser capturados, a cada uno de los acusados se les confiscó ropa con señas y marcas que podrían probar su culpabilidad. La mayoría de estas fueron mostradas en su comparecencia, a excepción de aquellas que podrían causar problemas por contener sangre.
Cumpliendo con su propósito, cada defensor se opuso a las pruebas presentadas; refutando cada una con lo que consideran fallos legales o argumentos deficientes.
Después de una jornada maratónica, el juicio en Managua se dio por suspendido, quedando a la espera de la próxima audiencia en la que continuarán desfilando los testigos propuestos por el Ministerio Público.
Relación de los hechos
Los hechos ocurrieron el 5 de agosto, cuando dos de los acusados llegaron a la casa del ahora fallecido para reclamarle por una supuesta violación que este había cometido contra un menor de cinco años, hijo de una de las procesadas.
Al confrontar a Johan y desafiarlo a probar sus acusaciones, este respondió que los denunciaría por injurias a la Policía Nacional. En respuesta, hicieron una llamada y llegaron otros dos acusados, quienes comenzaron a golpearlo.
Con el tiempo, más personas llegaron al lugar, y el hoy occiso se refugió en su casa en esa zona de Managua para evitar una agresión más brutal. Sin embargo, los acusados lo siguieron y continuaron golpeándolo, incluso arrojándole piedras y golpeándolo con una tabla para picar.
Cuando su esposa intervino para detener la agresión, también recibió golpes. En este momento, una de las acusadas tenía un cuchillo y, aprovechando que Johan ya estaba amarrado, le asestó una estocada en la espalda, causándole una hemorragia mortal.
Finalmente, lo arrastraron a la calle en ese barrio de Managua; donde los vecinos informaron a las autoridades.
