Recuperan cadáver de hombre que cayó a un pozo en El Crucero

nicaragua

Autoridades del Benemérito Cuerpo de Bomberos, Dirección General de Bomberos (DGB) y Cruz Roja de Nicaragua, realizaron la recuperación del cuerpo de un hombre que cayó a un pozo en la comarca Las Jaguas del municipio El Crucero, Managua.

La víctima fue identificada como Antonio Alfredo Gutiérrez Sánchez de 29 años de edad, quien se encontraba desaparecido desde el pasado jueves a mediodía, por lo que familiares dieron aviso a las autoridades.

El joven que padecía pobremas mentales según relato de sus familiares, fue encontrado tras caer a un pozo que mide 157 metros de profundidad.

Gutiérrez Sánchez se encontraba perdido desde el pasado jueves 01 de junio, en horas del mediodía, al momento que se encontraba trabajando la tierra en la comunidad Las Jaguas de El Crucero. 

Pasadas las 48 horas de desaparecido, la angustia se hacia peor, por lo que la población empezó las labores de búsqueda. Al parecer las huellas que dejó por la humedad de la tierra llevaron a la familia hasta un pozo, donde en años anteriores sacaban agua para consumo.

La víctima varias veces había manifestado que ese sería el lugar donde se quitaría la vida, por lo cual inmediatamente sacaron conclusiones y dieron aviso a las autoridades correspondientes.

La autoridades dieron marcha a un plan cuyo objetivo fue recuperar el cuerpo del joven, por lo que inmediatamente con un equipo especial fue introducido el bombero Francisco Torrente, quien relató que lo más difícil en este caso fue improvisar un arnés para lograr enganchar al cuerpo que debido al hedor y el estado de descomposición sumado a la poca visibilidad en el espacio, se le hacía muy complicado sujetarlo.

Aproximadamente el rescate del cuerpo duró una hora con 20 minutos, y ya se temía por la seguridad del miembro del Benemérito Cuerpo de Bomberos, debido al tiempo que llevaba en el pozo y la principal preocupación era que le diera el famoso Síndrome del Arnés, que consiste en que su cuerpo se queda si oxígeno y luego la persona se desmaya porque en la profundidad del sitio no circula mucho aire.

Al momento que el cuerpo fue recuperado, inmediatamente se tenía un ataúd, y del lugar el cadáver sería llevado a un cementerio para brindarle cristiana sepultura, por el grado de descomposición que presentaba.