Fuerza trinacional va contra más de cien mil pandilleros

En Guatemala, El Salvador y Honduras se registra la existencia de más de cien mil pandilleros, señalan los datos de las autoridades de seguridad de las naciones aludidas, las cuales están dispuestas a unirse y  combatirlos.

La consolidación de estos grupos criminales ha originado una ola de violencia incontrolable en los últimos años en el llamado Triángulo Norte, la cual se ha agudizado como consecuencia del aumento de la participación de los antisociales en la distribución de drogas, las extorsiones y otras actividades ilícitas.

Para contrarrestar ese flagelo, los gobiernos de la región han unido esfuerzos y creado una fuerza trinacional, que operará en más de 500 kilómetros de las tres fronteras.

Un estudio del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador calcula que en ese país existen entre 30 mil y 60 mil miembros activos de pandillas. Las principales son la Mara Salvatrucha (MS13) y  Barrio 18.

Ese mismo estudio calcula que en El Salvador al menos medio millón de personas tienen algún tipo de relación con pandillas.

La Policía Nacional de Honduras precisa que en ese país existen 25 mil miembros activos de la Mara Salvatrucha 13 y del Barrio 18, pero la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid) considera que son 36 mil, afirma un reportaje del diario hondureño El Heraldo.

Guatemala es el país que menos registros oficiales tiene. Se consultó al subdirector general de Investigación Criminal, Stu Velasco, quien se limitó a responder: “En la Policía Nacional Civil trabajamos en la proyección para tener un estimado”.

En meses anteriores fuentes del Ministerio de Gobernación han indicado que en el país hay entre 15 mil y 19 mil pandilleros, y tal como ocurre en los países vecinos, los grupos predominantes son la Mara Salvatrucha y el Barrio 18.

Tampoco se cuenta con un dato de cuántas personas tienen relación directa con los pandilleros. En el 2015, El Salvador tuvo una tasa de 103 homicidios por cada cien mil habitantes, lo que lo coloca como el país más violento del hemisferio occidental.