Después de leer esto no querrás fingir una sonrisa jamás

Tratar de parecer felices ante los demás es un esfuerzo que hacemos día tras día… Se vuelve una tarea exhausta, especialmente cuando sabes que no estás de buen humor, te levantaste con el pie izquierdo, no tienes ganas de ir a trabajar, estas enfermo o enfrentas un problema.

Aunque te asombre, hay consecuencias emocionales y para la salud al tratar de mostrar una mejor cara. Sonreír es un acto que puede producirse fácilmente si no coincide con los sentimientos o una acción bastante forzada cuando te obligas a expresarla sin quererlo de verdad.

Un estudio llevado a cabo por Arlie Hochshild, sociólogo y académico estadounidense, demostró que existen dos tipologías para diferenciar la sonrisa.

La primera de ellas es la actuación profunda, que consiste en que una persona modifica los sentimientos internos y las expresiones en pro de mostrarse contento. Quienes sonríen de este modo tratan de encajar en un tipo de imagen, aparentar autenticidad y por ende generan el efecto de la “fe falsa en la bondad”, que es cuando se busca no expresar sentimientos negativos.

El otro tipo de sonrisa se llama actuación superficial, y como su nombre lo dice es crear una apariencia falsa o afectiva, que no coincide con los sentimientos. Está más asociada a las personas depresivas, quienes sonríen sin estar felices por dentro, solo por compromiso o para no preocupar a los demás.

El blog “El fin justifica los medios” señala que ambos tipos de sonrisa son internamente falsas, significan un esfuerzo y representan intensiones diferentes.

En el caso de la actuación superficial hay una discrepancia emocional muy definida, mucha tensión y es adoptada como estrategia alternativa para salvar el día o enfrentar una situación determinada.

Por otro lado Hochschild sostiene que la actuación profunda va tras el propósito de persuadir, y aunque ambas técnicas para hacerlo pueden mejorar las relaciones con quienes nos rodean, no es lo más aconsejable sino ser uno mismo, así lo informa El Salvador.com

El cuerpo se revela

* La actuación superficial provoca dificultad para conciliar el sueño, dolor de cabeza y pecho.

* La actuación profunda es sinónimo de agotamiento emocional y problemas psicosomáticos.