Padres para toda la vida: Reflexión de la paternidad responsable en las familias

Foto: Día de los Padres en Nicaragua / Referencia
Foto: Día de los Padres en Nicaragua / Referencia

Ser padre es un trabajo de toda la vida, el cual conlleva una responsabilidad muy importante para la armonía de una familia. De ese tema se abordó este martes en Estudio TN8, con Eduardo Gallardo, oficial a cargo de UNICEF en Nicaragua, por acercarse el Día de los Padres.

«Deberíamos estar en el año del padre, esta no es una responsabilidad de un mes, es una responsabilidad de la vida. Se es padre desde el principio de la vida hasta que los padres nos morimos. Siempre somos nosotros padres (…) Si hay algo que en general está desequilibrado son las responsabilidades de los padres y de las madres (…) y eso es algo que hay que equilibrar»; dijo Gallardo.

«En el mundo, universalmente la paternidad se asume de manera diferente en términos de responsabilidad que la maternidad. Hay cosas que son ocurren solo con las mujeres, como concebir un hijo, pero todo el resto debiera ser un ejercicio igualitario, donde ambos padres concurren en la crianza de los hijos o hijas»; agregó.

Además, aclaró que «nadie nace sabiendo ser padre, y uno lo que hace en primer lugar, es replicar el modelo de sus padres. Los tiempos han cambiado y la manera en que concebimos la familia han cambiado y, por lo tanto, nos sirven las guías, UNICEF tiene algunas guías (…) lo importante de esto es informarse, trabajar. También el MIFAM tiene buenos ejemplos con la escuela de valores»; aseguró.

Foto: Padres para toda la vida, reflexión desde Estudio TN8
Foto: Padres para toda la vida, reflexión desde Estudio TN8

Padres deben estar activos en la crianza de los hijos

Así mismo, dijo que la violencia en la familia también muchas veces comienza desde los padres, o hay mayor énfasis al menos. En este sentido, dijo que es importante tener una forma de clara de cómo enseñar la disciplina a los hijos, de forma afectiva y no algo nocivo para ellos.

UNICEF trabaja en la promoción y ayudar a los Estados a cumplir con la convención sobre los derechos del niño. En Nicaragua, se trabaja en conjunto con el Ministerio de la Familia, a través de escuelas para padres o escuelas de valores; así como los centros de atención temprana.

«Las estadísticas en América Latina se habla de un promedio de la disciplina violenta que es de alrededor de 60% o 65%. Es alto. El indicador es sobre la medida de la disciplina violenta dentro de las últimas dos semanas en una familia. Esta se entiende por aquella donde se ejerce la fuerza, genera un castigo físico o psicológico hacia el niño o la niña, o también alguna forma de abandono»; indicó el experto.

Igualmente, expresó que se debe saber criar a los hijos con disciplina, sin la necesidad de caer en el grito o en el abuso físico. Un ejemplo es que el niño no haga pataleta para no caer en su capricho. Enseñarles de que un no es no, sin caer en la agresión.

«Cuando las normas están claras, cuando las conductas como padres están claras, eso ayuda también a que nuestros niños entiendan»; indicó Gallardo.

Nunca se debe aplicar la violencia

«Aprendiendo con violencia no se hace una mejor persona. La disciplina violenta no hace mejores personas. Tenemos que romper esos ciclos»; señaló el experto de UNICEF.

Igualmente, habló sobre cómo los padres pueden ser afectivos y cariñosos, porque así es como los niños o niñas aprenden también a expresar cariño, importantísimo para su formación.

Además, dijo que los padres deben estar más involucrados en la crianza desde todo aspecto, ya sea despertarse en las noches cuando son bebés, acompañarlos con sus tareas de clases o bien saber de sus esquemas de vacunación.

Finalmente, se hizo la invitación para una reflexión de qué es ser un padre responsable y afectivo.

«Hay muchos recursos en internet. Hay un gran trabajo que está haciendo MIFAM (…) creemos que es el camino correcto y ellos tienen una escuela de valores muy importante. Está bien tener un Día del Padre, pero recordar que seremos padres toda la vida»; concluyó.