Al menos 11 muertos en explosión frente a comisaría en Pakistán

Al menos 11 personas murieron y una veintena resultaron heridas este viernes en una explosión frente a la comisaría central de la ciudad de Quetta, en el sudoeste de Pakistán, anunciaron responsables paquistaníes.

La explosión tuvo lugar frente a la oficina del jefe de la policía de Baluchistán, provincia rica en recursos naturales sacudida por una insurrección separatista y la violencia islamista.

"Once personas murieron y hay al menos 20 heridos", dijo a la AFP el doctor Fareed Ahmed, jefe del hospital civil de la ciudad.

"Entre las víctimas, hay cuatro policías muertos y tres heridos están en un estado crítico", agregó.

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"La explosión apuntaba a una camioneta de la policía delante de las oficinas del inspector general", dijo un jerarca policial, Mohamed Tariq.

Desde hace una década, los combates entre las fuerzas de seguridad con los separatistas y los islamistas causaron centenas de muertos entre los soldados y los insurgentes.

Baluchistán, en la frontera con Irán y Afganistán, es la región más grande de Pakistán.

Sus habitantes se quejan de estar marginados por el poder central, al que acusan de despojar la provincia de sus recursos minerales y energéticos.

 

Talibanes y yihadistas del Estado Islámico entregan armas en Afganistán

Casi una veintena de insurgentes talibanes y yihadistas del Estado Islámico (EI) entregaron hoy sus armas en un acto en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, lo que eleva a unos 850 el número de talibanes que se han sumado al proceso de paz en los últimos años en la conflictiva región.

"Los quince talibanes y tres combatientes del EI renunciaron hoy a su lucha armada y se unieron al proceso de paz", indicó a Efe el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai, quien dijo que todos prometieron no "regresar al frente de guerra".

Durante la ceremonia, los insurgentes, la mayoría de ellos con la cara tapada con pañuelos, entregaron a las autoridades un arsenal de fusiles de asalto AK-47, lanzamisiles y otras armas para posteriormente abrazar a los oficiales a los que hasta ahora trataban de matar.

Según Khogyanai, el comando talibán estaba activo en tres distritos del sur de Nangarhar, donde llevaba a cabo "actividades destructivas" y ataques armados contra la fuerzas de seguridad afganas.

Se unieron al proceso de paz, agregó, gracias a los esfuerzos de la principal agencia de inteligencia del país, el Directorio Nacional de Seguridad, como ya hicieron en los últimos años más de 800 miembros de sus filas, según el portavoz.